Entrevista a Norberto Berner
Por Luciano Galup
Norberto Berner nació en 1977 en Parque Chas y su vida juvenil transcurrió en el partido de Tres de Febrero.
Se recibió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y entre sus cargos y ocupaciones anteriores pueden mencionarse la de Inspector General de Justicia, abogado de empresas recuperadas como Gatic, Impa y Arrufat en el INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) y director del Estado en Telecom.
Fibra se reunió con él para repasar la licitación de frecuencias de espectro radioeléctrico, entre ellas dos bandas de servicios de 4G: detalles técnicos, plazos y todo lo que cambió desde la última licitación que se realizara en 1998 y la actual. Además hizo referencia al lugar que ocuparán las PyMES en el nuevo esquema que se viene, así como de la efectiva implementación de los operadores virtuales.
Se anunció el llamado de licitación de las frecuencias para prestar servicios de 4G. ¿Podría comentarnos cuáles son los tiempos de esa implementación y cuándo se podrían ver las redes 4G funcionando en la Argentina?
Los procesos licitatorios son complejos, largos, de hecho se vienen anunciando en la región hace varios años. Incluso Brasil, por ejemplo, que venía bastante avanzado en la licitación de la banda de 700, va a efectuar la subasta sólo un mes antes que nosotros. Realmente los procesos son complejos. Chile ha tenido avances y retrocesos. Licitar espectro de radiodifusión no es vender una casa, no es hacer una licitación de automóviles. En ese sentido, nosotros sostenemos que con el dictado del decreto de la Presidenta que asignó la banda de 700, conocida como la banda de AW y la banda de AWS, a partir de ahí comenzó el proceso para darle uso a esas frecuencias.
Hemos dado un paso muy importante durante este año donde establecimos la regulación que, además del decreto, asigna y establece la migración de la banda de 700 y de AWS y el proceso licitatorio. Ya hemos publicado los pliegos y condiciones, que fue un trabajo enorme y muy difícil de realizar, pero estamos muy satisfechos. Creo que cumple con todas las líneas de trabajo de manera equilibrada: por un lado, garantizar muy buena calidad de servicio, que el espectro que tuviéramos a disposición permitiera un salto de calidad, y no simplemente mejorar un poco, que funcione como parche, ampliar la competencia de los operadores en términos reales, no solamente en la fotografía del país; y también garantizar muy fuertes condiciones y exigencias de cobertura y un buen ingreso de divisas al país.
En cuanto al momento en que esté a disposición el servicio de 4G, ahora, en este momento, se está vendiendo el pliego. Las empresas más importantes ya lo han comprado o están en proceso de hacerlo, y esperamos que haya más compradores. Para finales de septiembre tenemos que estar haciendo la pre adjudicación —abriendo los sobres y la pre adjudicación técnica—, el 31 de octubre se va a hacer el acto de subasta, y el 6 de noviembre —según el calendario fijado— estaríamos adjudicando estas bandas. Cumplido eso y atribuidos los lotes a los ganadores, comienza inmediatamente el proceso de implementación. Los plazos son muy rígidos: el plan total y completo de despliegue de 4G en todos los pueblos con más de 500 habitantes es una exigencia que, si no es única en la región, debe estar por ahí, y además en un plazo tan corto y claro de despliegue.
La primera etapa dentro de estos cinco años, que tiene un máximo de 18 meses, incluye: todas las capitales de las provincias, todas las ciudades con más de 100 mil habitantes y, fundamentalmente para nosotros, —y esto es una distinción importante— 5300 km de rutas que conectan esas ciudades. Por lo tanto, el servicio va a estar prestado no solamente en Rosario y en Mar del Plata, o en Rosario y Córdoba, sino también en todo el camino entre Rosario y Córdoba. Además, hicimos una aclaración muy importante que es que toda la conectividad en ruta tiene que además permitir, ya que se va a hacer la conectividad en la ruta y el gasto, la inversión, la conexión de los pueblos de más de 500 habitantes a 20 kilómetros del radio de estas rutas. Por lo tanto, en estos primeros 18 meses, también se van a empezar a conectar pueblos pequeños, no solamente los de más de 100 mil habitantes.
Hizo referencia a las dificultades tuvieron Brasil y Chile para llevar adelante la implementación. En Brasil hubo una serie de investigaciones de las que resultó que había alguna especie de interferencia entre lo que era la banda de 700 con la televisión digital, ¿hay acá pruebas, eso está estimado, efectivamente sucede?
Absolutamente, la Comisión Nacional de Comunicaciones, los expertos del Estado Nacional, todas las áreas competentes, la AFSCA y los distintos organismos han trabajado muy fuertemente y existe un plan de migración pensado, racional, para garantizar que todos los servicios se sigan prestando. La diferencia con Brasil es que en Argentina la banda está mucho más limpia. Por lo tanto, no va a haber una dificultad en el momento de implementarse. Esto también está bueno, desde el punto de vista técnico, comentarlo: el plan de despliegue de 5 años contempla que la tecnología AWS es la que está disponible y a precio competitivo. Ya existe la tecnología de banda de 700, está probada y en volumen de comercialización, pero sin duda dentro de dos o tres años será mucho más accesible.
De lo que nosotros queremos estar seguros —y por eso hemos hecho la licitación establecida como multibanda— es que la porción de espectro ya sea un activo de la empresa para obligarla a hacer las inversiones y toda la investigación y todo el desarrollo, porque si no lo tienen como activo no se genera la obligación interna de hacer las inversiones para usarla. Al tenerlo como activo, al haber pagado, ya va a ser no sólo responsabilidad jurídica, sino responsabilidad económica. Como sabemos, las empresas tienen que cuidar mucho esa parte, sobre todo las que tienen accionistas u obligaciones con terceros. Todas tienen que dar cuenta de esto. Entonces, tener un activo como la banda de 700 y no hacer la inversión para explotarlo, la verdad es que sería un sinsentido.
Yendo a la parte más técnica de las adjudicaciones, ¿podría mencionarnos detalles en torno a la adjudicación y comentar qué empresas podrán participar?
Sería importante señalar algunas diferencias quizás con la licitación del año 98: aquel año se licitó por área. De hecho todavía funciona así, existen tres áreas adjudicadas: Norte, Sur y Oeste. En esta oportunidad estamos haciendo un esfuerzo para cambiar esa lógica. Cuando vos licitas por área, y primero tenés la obligación, aunque puedas competir en todo el país. Como tenés tu obligación en el sur, naturalmente te vas a hacer fuerte ahí y, cuando quieran competir con vos, vas a estar en dificultades. Y es lo que pasa hoy, en el mapa de competencia se da que si bien la foto es entre las tres empresas más grandes, Claro, Movistar y Personal tienen por tercios el market share, la cuota de mercado, cuando uno va a un pueblo, a una provincia puntual, eso está totalmente desnivelado y quien ganó en el área originalmente es quien tiene mayor cuota de mercado. Para eso hacemos una Gran Área Nacional, para que compitan desde el Día 1. Por lo tanto, van a tener que desplegarse, por poner un ejemplo, en el pueblo A, las cuatro empresas. ¿Por qué digo cuatro? Porque si bien hay tres incumbentes hoy, tres empresas que brindan el servicio a nivel nacional de 3G, que son Claro, Movistar y Personal, nosotros reservamos el canal para un operador entrante muy atractivo, ya que tiene no sólo lote de 4G, sino que también incorpora 20 Megas para 3G y esto le permitiría —si bien no va a alcanzar el cap1 de 50 de las demás— dar un servicio completo en todo el país; y eso convertiría a quien se adjudique ese lote en un competidor real, por lo cual pasaríamos a tener cuatro operadores en la Argentina. Un dato relevante es que, quizás parezca obvio, pero está bien repetirlo, ningún operador va a poder ganar los lotes. Habrá necesariamente cuatro operadores y, si algún lote queda desierto o no se puede permitir, no lo va a acumular uno de los que ya está presentado. Veremos qué resolución tomamos, pero esto no es acumulable. Quien gane uno de los lotes no puede competir por otro.
¿Por cuánto tiempo son las adjudicaciones?
A tenor de lo que está pasando en la región, en la Argentina, históricamente, se otorgaron licencias de uso de espectro sine die —sin vencimiento—, lo que sin duda ha generado problemas. También para las empresas, porque es muy difícil calificar en qué situación jurídica te encontrás cuando no tenés un vencimiento y establecer planes en función de eso. Para el Estado, obviamente, también dificulta mucho el aspecto del control y autoridad que tiene o deja de tener cuando hay alguien que tiene ese espectro y no tiene límite temporal. Hemos establecido un plazo promedio en la región, donde se habían solicitado entre 10 y 20 años, la mayoría de 15. Nosotros hemos ido por el plazo de 15 años que nos permite relacionar adecuadamente el valor del mega, ajustado por población y ajustado por año de licencia.
Con relación a la industria local, muchos programas, muchas implementaciones en términos tecnológicos que lleva adelante el Estado nacional buscan un vínculo para fortalecer ciertas ramas de la industria local. En función específica del desarrollo de las redes 4G, ¿en qué situación está la industria local como para proveer de insumos e infraestructura al tendido de las redes?
La industria local está creciendo enormemente, fundamentalmente impulsada por las políticas del Estado Nacional: el Programa Argentina Conectada, la red de fibra óptica, el despliegue de la Televisión Digital Abierta. Eso ha generado un enorme desarrollo de la industria de proveedores locales y de mucho conocimiento y de know how. Es cierto que los equipos ópticos todavía no tienen un desarrollo muy fuerte en la Argentina, pero sucede lo mismo en todas partes del mundo. Hay muy pocos países que hayan hecho el desarrollo de equipamiento, y hay cuatro o cinco proveedores en el mundo del equipamiento tecnológico más avanzado. Va a tener un impacto enorme en el desarrollo local y no es menor que Ericsson, una de las empresas líderes a nivel mundial haya ampliado y estrenado sus oficinas hace apenas un par de meses. Tampoco es casualidad que Huawei se haya instalado en la Argentina para desarrollar su negocio regional, que es otro de los grandes proveedores de este equipamiento. En ese sentido estamos convencidos de que va a haber un desarrollo y, por supuesto, el pliego establece claramente obligaciones de compre argentino, obligaciones de componente nacional. Se está avanzando mucho ahora en la sustitución del módem para redes de wi-fi en Argentina, y las empresas licenciatarias están trabajando conjuntamente con el estado Nacional en ir sustituyendo importaciones de productos que se puedan realizar en la Argentina.
¿Qué lugar o rol imagina que pueden tener tanto en el llamado a licitación de las bandas de 4G, como de los remanentes de 3G, las PyMES o cooperativas que en algún momento se han mostrado interesadas en entrar al mercado?
En el negocio móvil hay que distinguir dos cosas: quién tiene el espectro, que es un elemento muy costoso y que, insisto, es un recurso de los argentinos y por lo tanto hay que garantizar que se pague lo que corresponde; y todo el costo de la infraestructura hundida que también es muy caro. Pero el negocio móvil genera impactos en muchos sectores. Por ponerte un ejemplo, en Argentina está vigente el CPP, “el que llama paga” de la telefonía fija a la móvil, que por cuestiones del paso del tiempo hoy es más barato hablar de un teléfono fijo a uno móvil que de un teléfono móvil a un teléfono móvil. De esa llamada que se hace a un móvil, una parte —ese sobrecosto que es el CPP— queda en la telefonía fija. ¿Quiénes son los que brindan telefonía fija además de Telecom y Telefónica? Fundamentalmente las cooperativas y las PyMES. Hace unos días nada más —la semana pasada— se llevó un acuerdo entre una de las federaciones de cooperativas telefónicas que nuclea al 75 por ciento —263 cooperativas telefónicas— de las cooperativas que tienen licencias de telecomunicaciones con las empresas de operadores móviles, en virtud del cual, de ese sobrecosto, van a aumentar mucho su participación: tanto que pasaron del 30 y pico por ciento al 74 por ciento en promedio, según el tamaño de la cooperativa. Obviamente, las más chicas, más porcentajes, las más grandes, un poco menos, pero no menos del 50 por ciento, y hasta un 80 por ciento. Eso es un impacto en la caja de las cooperativas y es una participación en el negocio móvil.
Por supuesto, ¿quiénes pueden participar en la licitación? Puede participar cualquiera —estamos invitando a todos a que participen— pero requerimos que al menos uno de los que participe —se pueden formar grupos, distintas organizaciones— tiene que ser un licenciatario nacional que tenga experiencia en telecomunicaciones. Y ahí está absolutamente abierto para que puedan participar las cooperativas y PyMES. Pero sobre todo las cooperativas y las PyMES también tienen una doble posibilidad de participar, a diferencia de las empresas grandes: también van a poder participar como operador móvil virtual. ¿Qué significa ser operador móvil virtual? Significa aprovecharse de la infraestructura instalada para poder brindar un servicio con características diferenciadas que sean atractivas, por ejemplo, dar un servicio de telefonía móvil a sus asociados, si uno es una cooperativa, por un precio diferencial, o con un plan muy específico para un determinado pueblo, con promociones específicas. Sobre todo aprovechando una ventaja que tienen las cooperativas y las PyMES, que es la de la cercanía con sus usuarios. Sin duda eso puede abrir un nicho, y esto es muy importante. Si bien el operador móvil virtual estaba previsto en el decreto 764/2000, no estaba previsto en los pliegos y en el contrato de espectro radioeléctrico para operador móvil, por lo tanto no se había terminado de regular. Nosotros lo pusimos en el pliego, está específicamente indicado que quienes ganen 4G van a tener que permitir los operadores móviles virtuales, o sea, van a estar obligados. Eso va a permitir que otros actores —y no solamente los cuatro operadores que van a resultar adjudicatarios del espectro— puedan brindar telefonía móvil.
En relación con el ancho de banda nuevo que se incorpora a partir de la licitación, casi que se duplica y se llega a 380 megas en un mercado en el cual ya estaba, por lo menos en las grandes ciudades, bastante saturado.
¿Ustedes evalúan que con esta incorporación se satisface el incremento posible de consumo y de parque de celulares; o va a hacer falta, en un futuro no muy lejano, ampliar más ese ancho de banda?
Es lo que hay. Aprovecho para romper algunos mitos: uno de ellos es el tema del cap, del límite que ninguna empresa puede tener, por ejemplo de 3G, más de 50 MHz. Vos decís, “Amplialo así tenés más”, y no, porque no es que hay 500 MHz y nada más repartimos 150. No, hay 150. El cap está puesto para que ninguno tenga ventaja competitiva sobre los demás y forzarasí la competencia, y que por lo menos partan de una situación similar.
Nosotros estamos seguros —por lo menos a nivel internacional— de que incrementando cada vez más la cantidad de radio bases, incrementando las inversiones, nosotros, sobre todo en virtud de las revistas especializadas, de los informes y de las consultorías que se han hecho, de las conversaciones con los proveedores de servicios y nuestra experiencia, entendemos que se va a requerir en cinco años alrededor de 2 mil millones de dólares de inversión para el despliegue del 4G. Pero todo ese espectro, que es más o menos todo el espectro que estamos incorporando ahora, sumando al de 4G es mucho más eficiente a la hora de transmitir datos. De hecho, soporta entre 3 y 10 megas de tráfico, que hoy la verdad que en 3G estamos muy lejos de eso. Que los datos trafiquen por la red de 4G va a liberar la red de 3G, por lo tanto, entendemos que va a haber espacio para el crecimiento. Además, en la Argentina el mercado ya está maduro, estamos llegando en 2015 al 50 por ciento de smartphones. Por lo que estamos llegando en un punto a un límite de madurez también de la experiencia de crecimiento de datos. Esto va a permitir, nosotros creemos en los próximos 15 años, sostener un mercado maduro.
Sumado a que esta no es la única solución de conectividad ni tiene que serlo. Los medios físicos son fundamentales, el 4G no reemplaza de ningún modo la conectividad a través de la fibra óptica. Al contrario, para poder brindar 4G hay que desplegar fibra. Porque la conexión, como todos sabemos, se da entre un aparato, teléfono y antena; pero entre antena y antena va por fibra o por radio enlace. Si va por radio enlace, no se soporta. Por lo tanto también va a generar que sea más barato llegar al hogar. Entonces este despliegue tiene la particularidad de que el 4G te obliga a fibrar, la fibra te abarata los costos —mientras más fibra, más barato es el costo del mega y más barato resulta acceder a los hogares— por lo que mucho uso de la telefonía inalámbrica se va a dar vía Wi-Fi, por lo tanto, esto debería ir creciendo en paralelo. No reemplazamos en lo absoluto la conectividad física con internet, lo que sí es cierto y es muy importante recalcar: para llegar por primera vez y rápidamente a los sectores más vulnerables de nuestra Argentina, a las regiones más desprotegidas, es necesaria la banda AWS y es necesario utilizar la banda de 700 para esto. Porque por acá pasan las comunicaciones entre personas, y quienes alegan que la banda de 700 sería mejor utilizarla para otra cosa creo que están pensando —y los que lo hacen de buena fe— en las grandes ciudades y se están olvidando de las zonas rurales, de las zonas limítrofes, zonas de frontera, en fin, se están olvidando de los argentinos.
Igual esa es una discusión ya saldada en función de la posición de la Unión Internacional de Comunicaciones, los que fueron tomando las decisiones en la región también.
Sin duda, pero el debate continúa y las grandes decisiones superestructurales hay que acompañarlas y hay que implementarlas. Por lo tanto, rige explicar por qué esto no está saldado solamente porque a la Unión Internacional de Telecomunicaciones en Ginebra se le ocurrió. Esto realmente tiene un efecto positivo en generar más equidad y más inclusión.
Saliendo del tema del llamado a licitación, después de un paso importante como es duplicar el ancho de banda disponible para telefonía móvil e implementar el servicio de 4G en Argentina, ¿qué viene en políticas de telecomunicaciones, cuál es su idea de lo que debería venir?
Realmente creo que estamos en un momento maravilloso donde se están cristalizando e implementando una cantidad de ideas, de políticas, que realmente fueron y son políticas de estado. Esto lo estamos pudiendo hacer porque se han sostenido políticas de estado en comunicaciones, y se han tomado decisiones importantes a lo largo de estos diez años que no tenían quizás un efecto electoral, que son poco visibles, porque la verdad es que si hay algo no se ve es el espectro radioeléctrico, pero nosotros estamos muy consustanciados en iluminar la red federal de fibra óptica que se viene construyendo desde hace cuatro años. Estamos a punto de lanzar al ARSAT-1, que va a ser la culminación —y en esto creo que no está mal hablar de épica— en posicionar a la Argentina en un lugar impensado entre los ocho países que pueden desarrollar, diseñar y probar un satélite geoestacionario, ponerlo en órbita, controlarlo con un desarrollo de software propio y darle servicios a toda la región. Estamos en la mitad de la construcción del ARSAT-2, hemos dado saltos enormes en este último año y medio en materia regulatoria que, como te decía de las grandes decisiones, se tomó la decisión regulatoria y se está implementando, se está controlando y tenemos que ver sus frutos.
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