Convergencia en la ley “Argentina Digital”

Por Guillermo Pérez El debate público en torno al ingreso de las empresas de telecomunicaciones al sector audiovisual

Por Guillermo Pérez

El debate público en torno al ingreso de las empresas de telecomunicaciones al sector audiovisual ha suscitado un gran revuelo en algunos sectores políticos y empresariales.

El lobby cablero, encabezado por el Grupo Clarín, no tardó en calificar al proyecto como una ley hecha a las medidas de las empresas de telecomunicaciones. Argumentan que, dado las dimensiones financieras de las empresas de telecomunicaciones, éstas trasladarán rápidamente su posición de mercado en el sector de las telecomunicaciones al sector audiovisual.

Sin embargo, es importante resaltar que el aggiornamiento regulatorio a los avances tecnológicos del sector de telecomunicaciones y audiovisual ha comenzado hace tiempo.

Haciendo una breve reseña regulatoria se observa que, con la sanción de la Ley 26.053, modificatoria del Art.45 de la ley 22.285 de 1980, se limitó el ingreso de las empresas de telecomunicaciones al sector audiovisual, con excepción de las sin fines de lucro en aquellas áreas geográficas donde no exista un cableoperador.

Posteriormente, en el año 2009, el Poder Ejecutivo envió al parlamento el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Este proyecto no incluía restricciones al ingreso de las empresas de telecomunicaciones (telcos) al sector.

Sin embargo, en el marco del debate parlamentario, el oficialismo debió ceder en su posición para conseguir los votos necesarios para aprobar dicha ley. El argumento de quienes se oponían a la apertura del sector a la convergencia fue similar al actual: permitir el ingreso de las telcos es reemplazar el monopolio viejo (Clarín) por el monopolio nuevo (Telefónica).

Como resultado de la negociación, la ley 26.522 incluyó las mismas restricciones que la ley anterior con un agregado: el artículo 30 permite el ingreso de las personas jurídicas sin fines de lucro prestatarias de servicios públicos.

Las modificaciones regulatorias del 2005 y 2009 permitieron el ingreso paulatino de empresas de telecomunicaciones sin fines de lucro al sector audiovisual, posibilitando la competencia en torno a los servicios de triple play en un numeroso conjunto de localidades de baja densidad demográfica.

De esta manera, cableros pymes y cooperativas telefónicas fueron las primeras empresas en la Argentina en competir en torno al servicio convergente de triple play.

Cinco años después, la ley «Argentina Digital» exceptúa de las limitaciones a empresas de servicios públicos vigente en la 26.522 a las empresas de Telecomunicaciones, permitiendo el ingreso de las telcos con fines de lucro al sector audiovisual.

En consonancia con el proceso paulatino de apertura regulatoria realizada hasta la fecha (ya reseñada en párrafos anteriores), la presente ley estipula un proceso de transición que involucra a las autoridades regulatorias Audiovisual, TIC y defensa de la competencia.

Cabe agregar que la ley cuenta con otros factores pro convergentes, dentro de los que cabe destacar el fuerte impulso a la interconexión de redes para todos los servicios (deuda pendiente de la aplicación del decreto 764/2000), las restricciones a las empresas TIC para el prestar el servicio audiovisual, exigencias mínimas en velocidad de transmisión a los hogares, etc.

Es necesario señalar que las empresas de telecomunicaciones han manifestado, dentro del ámbito de las comisiones parlamentarias, su disconformidad con el proyecto de ley en tanto el ingreso al sector audiovisual mantiene las restricciones establecidas en el artículo 45 de la ley 26.522 (límites a la acumulación de licencias y participación de mercado), a la vez que les exige fuertes inversiones en reconversión de red.

Obviando el pin-pon lobista, resulta evidente que el statu quo resultaba conveniente para las principales empresas de ambos sectores, las cuales convivían cómodamente en un escenario regulatorio que impedía la competencia plena entre ambas plataformas.

Sancionada la ley, resulta saludable preguntarse acerca de los resultados que se pueden esperar de esta nueva apertura regulatoria, que ahora involucrará a las principales empresas de ambos sectores: de un lado, Clarín, Supercanal y Telecentro; del otro, Telefónica, Telecom y Claro/Nextel.

La respuesta precisa no será otra que el resultado de la propia competencia, la cual dependerá de un montón de variables. El proceso administrado de transición estipulado en la ley deberá servir para administrarlas beneficiando la competencia, la producción y el empleo.

En el presente trabajo focaliza su análisis en las aptitudes de las redes de telecomunicaciones y audiovisuales para brindar los servicios convergentes, considerando su topología y arquitectura.

Aptitud de las distintas plataformas tecnológicas para ofrecer servicios integrados

Desde un punto de vista amplio, la convergencia es comúnmente vinculada a tres aspectos distintos: la convergencia en la infraestructura, en equipos y en servicios.

La convergencia a nivel equipos permite a los usuarios acceder a distintos servicios desde un mismo aparato o terminal, incluso si son enviados por distintas plataformas. Por otra parte, la convergencia a nivel servicios se refiere a la tendencia registrada comercialmente (“paquetización” obundling) de los servicios de Internet, voz e imágenes ofrecidas desde plataformas disímiles. De ello se desprende que este fenómeno se registra aún sin que el proceso de convergencia se haya afianzado en su base tecnológica. La “paquetización” ha sido utilizada por las empresas de telecomunicaciones en América latina como una estrategia de fidelización comercial como etapa previa a los servicios de Triple Play propiamente dichos.

Finalmente, la convergencia en el nivel de infraestructura —la que se abordará en el presente trabajo de manera específica—, es la que permite ofrecer múltiples servicios desde una misma plataforma y en forma simultánea.

Las redes de televisión por cable permiten la prestación de servicios como internet y telefonía además de la distribución de señales televisivas. Las redes de telefonía han incursionado en la provisión de Internet de banda ancha y han avanzado hacia la prestación de servicios audiovisuales a través de sus redes.

Definimos la convergencia para el presente trabajo como la posibilidad de brindar los distintos servicios a partir de un mismo medio físico.

Redes de telefonía, origen y evolución

La arquitectura de red de las prestadoras históricas del servicio de telefonía analógica se compone de una combinación entre fibra óptica y par de cobre trenzado. La fibra óptica se utiliza para el transporte entre localidades distantes y al interior, mientras que el par de cobre trenzado es la forma de acceso a los hogares. La información transportada a través de los tendidos troncales de fibra óptica es recibida por cada una de las centrales locales, desde donde se conmuta la comunicación hacia cada uno de los hogares por medio del bucle local (par de cobre trenzado).

A diferencia de los tendidos locales o troncales, los cuales transportan una gran cantidad de tráfico por una misma red, el par de cobre transporta el tráfico de un hogar a la red pública de telecomunicaciones (y viceversa), lo cual representa un gran costo fijo unitario (por este motivo es que parte de la literatura especializada considere estos enlaces como facilidades esenciales).

La digitalización del par de cobre significó un importante avance en el proceso de convergencia en tanto permitió la separación de los espacios de frecuencia utilizado para el servicio de telefonía e Internet, incrementando la velocidad de transmisión de Internet a la vez que posibilita su uso simultáneo con el servicio de voz.

La tecnología de transmisión digital sobre par de cobre más difundida se conoce como banda ancha por ADSL (Línea de Abonado Digital Asimétrica, por sus siglas en inglés), la cual tiene una capacidad aproximada de 8 Mbps bajada y 256 Kbps de subida en 1.5-2 km de distancia de la central¹.

Con esta tecnología de transmisión, y considerando a la tecnología de compresión audiovisual MPEG-2, se estima que el par de cobre tiene la capacidad de brindar de manera simultánea el servicio de telefonía, un servicio de internet de banda ancha y un canal audiovisual.

Este escenario, poco optimista si se considera la necesidad de brindar una grilla para ofrecer broadcast, puede mejorarse realizando inversiones para elevar la capacidad de transmisión y compresión.

En lo que refiere a tecnologías de transmisión, también de la familia xDSL, con ADSL2 se alcanzó un ancho de banda máximo de 12 Mbps, mientras que con ADSL2+ se puede triplicar el ancho de banda original, alcanzando la velocidad máxima de 24 Mbps. Ambas tecnologías se manifiestan aptas en un entorno de los 2 km de la central local, lo cual otorga un radio de cobertura similar a la tecnología ADSL.

Las tecnologías de transmisión VDSL (52 Mbps) y VDSL2 (100 Mbps) han demostrado una mayor capacidad de ancho de banda, pero con un defecto a tener en consideración: la señal tiende a degenerarse de manera abrupta al superar 0.3-0.5 km de la central, hasta una capacidad inferior a la del ADSL2+.

En lo que refiere a tecnologías de codificación, un canal de televisión de definición estándar (Standard Definition – SD) ocupa en promedio 4 Mbps con MPEG-2.

Existen tecnologías de compresión más modernas, como el MPEG-4 y VC-1, que pueden comprimir un canal de SD a 1.5 Mbps en promedio, las cuales resultan muy costosas.

De lo analizado hasta aquí, se puede entender por qué las empresas entrantes orientaron su oferta comercial hacia la prestación de servicios empresariales, los cuales por sus características convergentes en cuanto a demanda hacen rentable el tendido de redes de fibra óptica entre la red de telecomunicaciones y el cliente, sorteando las limitaciones de capacidad que imprime el par de cobre trenzado.

La experiencia IPTV que tuvo furor hace una década en países europeos, por la cual se pretendió ofrecer servicios de programación lineal o broadcast a través del par de cobre, enviando pares de canales a los televidentes a medida que estos se van moviendo por la grilla, no tuvo los efectos esperados. El upgrade del par de cobre puede resultar un buen paliativo, pero la solución sigue siendo reemplazar por fibra, sea hasta una cabina cercana a la manzana (FTTN) o bien hasta el hogar (FTTH).

La apertura regulatoria resulta relevante desde el punto de vista económico, en tanto incrementa la densidad de servicios prestados desde un mismo soporte físico a los hogares al sumar un servicio de banda ancha a los hogares.

A la hora de determinar la inversión a realizar, resulta necesario considerar que el tipo de tecnología de transmisión óptimo se encuentra supeditado a variables socioeconómicas específicas de cada zona geográfica y/o localidad. En efecto, el ingreso promedio per cápita, la densidad de población y la estructura edilicia han influido en forma diferente en uno u otro país a favor de la adopción de una u otra tecnología².

Si bien el camino resulta aún incierto, considerando el incremento constante de la demanda de servicios de comunicación electrónica por los hogares, el contexto competitivo exige un mayor protagonismo de las empresas de telecomunicaciones en la adecuación de la red en general y de la última milla en particular, considerando inexorable, en un plazo no tan extenso, la sustitución del par de cobre trenzado por fibra óptica.

Red de televisión por cable, origen y evolución

En sus inicios, la arquitectura de red de los operadores de cable estuvo compuesta por cabezales de distribución (Head Ends), vinculados a antenas de recepción de las señales satelitales, equipos de producción de contenidos propios, equipos para la inserción de publicidad y servidores de video para el envío del material digitalizado.

Los sistemas de cable fueron concebidos como unidades productivas independientes sin interconexión física con otros sistemas de cable u operadores de red, siendo su área de cobertura los límites geográficos del propio sistema.

Por tales razones, dadas las distancias que debe recorrer una misma programación a lo largo de la red y hacia todos los hogares de manera simultánea, se requiere ubicar a lo largo de la red amplificadores que eviten la degradación eléctrica del contenido.

Los tendidos de red detallados toman forma de telaraña o anillos concéntricos, por medio de la cual el mismo cable va avanzando sobre las distintas casas de la zona (sistema casa pasada). Finalmente, los hogares son vinculados a la red de cable a través de una bajada particular (acometida) que se desprende de la red de coaxil y realiza el ingreso al hogar.

A diferencia de la estructura de las telecomunicaciones, donde cada domicilio cuenta con un tendido exclusivo que vincula la central al hogar, el sistema de cable utiliza una misma red de irrigación para el conjunto de los hogares subsumidos dentro del área de cobertura. Así, la programación es emitida de manera constante, unidireccional y simultanea a través de la red y para todos los hogares que la integran.

Se observa que la arquitectura de red de los operadores de cable fue concebida con una mayor capacidad de acceso a los hogares, en comparación con la última milla de la red de telecomunicaciones, en tanto requieren de un importante ancho de banda que les posibilite ofrecer el servicio de broadcasting. En efecto, mientras que el par de cobre con tecnología ADSL tiene 1.2 Mhz de capacidad (hasta 50 Mhz con VDSL), una red de cable coaxil alcanza los 800 Mhz.

Es por ello que los cableoperadores pudieron acceder de forma rápida y efectiva al mercado de Internet de banda ancha. Para ello, debieron reconvertir dos aspectos fundamentales de su red: dotarla de bidireccionalidad en el tráfico (reemplazar los amplificadores unidireccionales por otros que cuenten con la nueva característica) e interconectar sus redes a las de los operadores con capacidad de ofrecer servicios mayoristas de internet (conectividad).

La conectividad a internet (tránsito) demandó una mayor erogación en costos operativos orientados hacia la demanda de acceso mayorista a las empresas de telecomunicaciones, las cuales se encontraban verticalmente integradas y, por lo tanto, en competencia con el cableoperador en la prestación de servicio de internet residencial.

La escasa regulación sobre precios y condiciones de acceso a los servicios de conectividad generaron una gran dispersión y abuso de precios en el servicio mayorista, el cual resultó el principal escollo para la mayor penetración de las empresas de cable en el servicio de internet residencial.

La ley «Argentina Digital» seguramente corregirá este vacío regulatorio, permitiendo a las empresas de cable acceder a un precio único y orientado a costos por el arrendamiento de capacidad.

Cabe agregar que las empresas de cable han avanzando crecientemente en la prestación de servicios de telefonía residencial, prestando en esos casos un servicio convergente a los hogares.

Análisis comparativo de los atributos competitivos

El análisis realizado en el apartado anterior evidenció los avances que han realizado cada uno de los operadores tendientes a adecuar su red al entorno convergente: hace casi una década que compiten en el servicio de Internet, y recientemente ha comenzado a existir competencia en el ámbito de la telefonía fija, y con esta ley se da comienzo a la competencia en el segmento audiovisual.

Se desprenden de la descripción realizada diferencias sustanciales entre las capacidades de una y otra red, las cuales resultan relevantes a la hora de considerar los atributos competitivos con los que cuenta cada estructura. Sobre dichas diferencias podemos añadir que:

  1. Las redes de televisión por cable cuentan con una mayor capacidad de acceso a los hogares que la última milla de las empresas telefónicas, estando en mejores condiciones para acompañar la tendencia verificada al incremento de la demanda de mayores capacidades de ancho de banda.
  2. De regularse la desagregación de última milla, portabilidad fija y la oferta de referencia para otros servicios (además de telefonía), las empresas de cable tendrán una capacidad mayor de expansión comercial en el corto plazo.
  3. La naturaleza del servicio de cable, en su versión original, no requiere de la interconexión con otras redes de comunicación electrónica para su funcionamiento. Pero, para prestar servicios de Internet minorista, requieren demandar tráfico mayorista a las empresas de telefonía, con las cuales compite “aguas abajo” y se encuentran verticalmente integradas. La ley «Argentina Digital» podría solucionar los problemas de competencia que origina el vacío regulatorio actual.
  4. La capacidad de transporte de las redes de cable permite a los cableoperadores ofrecer un mismo contenido para todos los usuarios (Multicast). Las modalidades de consumo recientes, en cambio, manifiestan una tendencia hacia la diversificación de las modalidades de consumo, con fuerte presencia del consumo de contenidos seleccionados por los usuarios (Unicast), para los cuales las redes de telecomunicaciones resultan, —en lo que hace a su arquitectura—, mejor preparadas para acercar los contenidos al hogar.

Cabe destacar que el análisis realizado hasta aquí prescindió de la situación comercial particular de cada una de las empresas y sectores, al realizar un análisis de las aptitudes de las redes en cuestión desde una mirada eminentemente topológica.

Como se dijo anteriormente, realizar una proyección del resultado de la apertura en los distintos operadores requiere analizar no sólo la topología de red, sino las características comerciales, demográficas y socioeconómicas de cada uno de los lugares en particular.

Sin embargo, el enfoque adoptado presenta como ventaja que permite obtener algunas conclusiones para considerar.

En efecto, el nuevo entorno competitivo genera grandes desafíos para ambos sectores, pero en distinto horizonte temporal: mientras que las empresas de telecomunicaciones tienen un desafío que afrontar en el corto/mediano plazo, las empresas de cable requieren planificar un horizonte que se avizora con dificultades en el largo plazo.

Este se explica porque las telcos requieren avanzar en el servicio de triple play remplazando parcial o totalmente la última milla por fibra óptica, pudiendo otorgar a los hogares la cantidad deseada de ancho de banda en cada uno de los servicios que demande.

Si demora mucho esta inversión, podrá sufrir el embate de las empresas de cable que acecharan sobre su clientela los beneficios que le otorga la nueva ley convergente. O también de las nuevas empresas TIC, nacidas en este nuevo entorno regulatorio, que podrán salir al mercado con bajo costo, hundido sobre sus propias redes.

Por el contrario, las empresas de cable cuentan con la capacidad de adecuar rápidamente (aunque de forma moderada) la demanda de mayor incremento de ancho de banda a los hogares, a la vez que pueden sumar sin dificultades (en lo que hace a capacidad) el servicio de telefonía fija. A su vez, la nueva ley «Argentina Digital» otorga beneficios regulatorios en tanto establece conceptos de regulación asimétrica que estos podrán aprovechar para abaratar costos y acceder a las redes de los competidores a precios regulados.

En el largo plazo deberán adaptar la red a la demanda Unicast, acercando la inteligencia al hogar, lo cual implica en parte reconvertir una red que fue concebida para ofrecer servicios de broadcasting.

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¹ IPTV: Market developments and regulatory treatment, OCDE, 2007. Disponible en: http://www.oecd.org/officialdocuments/publicdisplaydocumentpdf/?doclanguage=en&cote=dsti/iccp/cisp%282006%295/final

²“Fixed-line operators are upgrading their existing DSL networks or replacing them with fibre cable to support IPTV services. However, the timing and exact technology to be adopted varies depending on a number of complex factors including the level of competition in the market, the state of the existing network, population density, and the structure of the housing market” (Ibídem, p.11).

 

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