Por Ing. Matías Bianchi, presidente de ARSAT
ARSAT es una empresa del Estado nacional comprometida con la defensa de las posiciones orbitales argentinas y con el desarrollo de la industria satelital local, que busca afianzar su colaboración con los países de la región.
Las posiciones orbitales asignadas a la Argentina por la UIT, el organismo especializado en telecomunicaciones de Naciones Unidas, habían sido puestas en serio riesgo por decisiones de rentabilidad empresaria tomadas por la empresa de capitales extranjeros en quien se había delegado durante los 90 la puesta en marcha de un sistema de satélites de telecomunicaciones para nuestro país.
En continuidad con las gestiones realizadas ante ese organismo internacional por la Secretaría de Comunicaciones del gobierno de Néstor Kirchner, la creación de ARSAT en 2006 por ley del Congreso Nacional no puede desvincularse de la visión estratégica en materia de soberanía satelital del ex presidente, para quien la mejor forma de proteger las posiciones orbitales asignadas a la Argentina sería con satélites desarrollados en el país.
Los gobiernos de Cristina Kirchner dieron continuidad a ese proyecto, haciéndolo realidad. En la última, década la inversión de Estado nacional (vehiculizada a través del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) en proyectos para la industria satelital de uso civil ha crecido exponencialmente, sobre todo a partir del 2009, año en que comienza la construcción del primer satélite argentino (y latinoamericano) de telecomunicaciones, el ARSAT-1. Durante esta década se inició también el desarrollo del ARSAT-2 (que está atravesando su fase de ensayos) y se creó el Centro de Ensayos de Alta Tecnología CEATSA (de ARSAT e INVAP), también hitos significativos en la construcción de nuestra soberanía satelital.
El Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, que está a cargo de ARSAT y que fue puesto en marcha en 2007, consta actualmente de tres misiones satelitales. El ARSAT-1 fue construido para brindar servicios de telecomunicaciones de igual calidad a todas las regiones del país. El ARSAT-2, que será lanzado el año próximo, tiene coordinados sus servicios para las regiones suramericana y norteamericana, por lo que será un vehículo para la exportación de servicios satelitales al resto del continente. Mientras tanto, estamos especificando el ARSAT-3, que tendrá cobertura en Argentina por spots y cuyas funciones principales serán incrementar la calidad de los servicios de comunicaciones e impactar en la baja de sus costos.
El trabajo de ARSAT en misiones satelitales estuvo orientado a conseguir diseños robustos que nos dieran seguridades de cumplimiento efectivo de la gran tarea que le fue encargada. Como empresa que busca posicionarse en el mercado satelital, también tenemos planes de innovación: por eso el ARSAT-3 será ya un satélite híbrido (químico-eléctrico), un primer paso para otro salto tecnológico de nuestro país en este campo, ya que optimiza la relación potencia/masa del satélite. Para no volver atrás en el desarrollo de esta industria, la Argentina deberá ser capaz de comercializar satélites a otros países.
No solo pensamos en exportar (para lo que ya tenemos grandes avances con la plataforma actual), también queremos aportar a la construcción de una Patria Grande Satelital que vaya incluso más allá de la transferencia tecnológica. Por eso este año, junto a INVAP y CONAE, estaremos avanzando en el diálogo con los países de la región interesados en la realización de emprendimientos conjuntos que nos permitan replicar para el sector satelital algunos de los avances vistos en la última década en cooperación regional, a la vez de sumar desde esta área para conseguir mayores niveles de integración entre los países de Latinoamérica. Queremos seguir construyendo soberanía satelital para la Argentina, pero también acompañar, por fuera de cualquier liderazgo, el crecimiento de los países de nuestra región, que en los últimos años están dando pasos muy importantes en este terreno.