Editorial

Bienvenidos a Fibra, Tecnologías de la Comunicación. O, de una forma más precisa: bienvenidos al primer número de

Bienvenidos a Fibra, Tecnologías de la Comunicación. O, de una forma más precisa: bienvenidos al primer número de una revista que se llama Fibra, Tecnologías de la Comunicación y que tiene por objetivo pensar y debatir el entorno de la Sociedad de la Información en nuestro país.

En la Fibra, la fibra óptica como símbolo de un mundo interconectado y convergente, están puestas muchas de las esperanzas del presente. Del transporte, almacenamiento y procesamiento de grandes cantidades de información en tiempo real nacen los deseos, realidades y utopías globales. Las industrias de la información y del entretenimiento apuestan a esta para revitalizar una economía que parece haber agotado sus modelos de acumulación clásicos. Los gobiernos y los organismos supranacionales reconocen que una porción importante del desarrollo económico y cultural pasa por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s).

Sociedad de la Información, Sociedad del Conocimiento, Sociedad Post-Industrial, Informacionalismo, Mundo Red, Economía de la Información; la falta de acuerdo sobre cómo definir las sociedades del siglo XXI manifiesta la incertidumbre que impone la velocidad de los cambios de nuestro tiempo. Parece haber un consenso de que el mundo está cambiando, pero no una lectura común de hacia dónde y cómo.

La promesa de convergencia en las TIC´s es una realidad, mientras que la planificación de políticas de comunicación que den cuenta y guíen con eficiencia, eficacia y justicia social esos procesos está aún en los inicios de la discusión. La aparición de nuevas formas de consumos culturales —por ejemplo la IPTV o el Video On Demand— aceleran el proceso y hacen necesaria la investigación y actualización de debates, de políticas y legislaciones que guíen el diseño de políticas públicas para la comunicación.

Fibra viene a ocupar un espacio en estos debates. En una época en la que casi todo es reducible a ceros y unos, seguir pensando, planificando y legislando en compartimentos estancos no es más que una ficción que se sostiene en que los usos sociales de las nuevas tecnologías no acompañan la velocidad de desarrollo y en que aún no está claro cuál será el modelo de negocio que adoptarán estas nuevas formas de consumo informacional.

Si no somos capaces de dar espacio a estas discusiones, el desarrollo de las TIC´s y el futuro de las nuevas formas de acceso y participación a los servicios de comunicación estarán sometidas a lógicas no necesariamente democráticas o inclusivas, dependientes de libre competencia entre actores privados, o atadas al desorden propio de la gestión de “lo público” en el “día a día”. Sabemos, así lo demuestra el análisis del desarrollo histórico de nuestro mercado audiovisual, que allí donde no hay regulaciones ni políticas públicas las reglas de cómo se apropian los bienes del sector las imponen quienes tienen la fuerza para hacerlo.

En los últimos años se han llevado adelante una serie de iniciativas en nuestro país que han puesto a las políticas de comunicación (PNC) en el centro del debate —público, político y académico— con una potencia y profundidad alentadoras para aquellos que desde diversos lugares sostuvieron que era necesario discutir políticas públicas para el sector, que democratizaran el acceso y la participación en los servicios de comunicación audiovisual.

Por su peso político, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) fue el centro de esas discusiones, pero a ésta se agregan otras iniciativas que configuran una verdadera transformación de nuestro mapa info-comunicacional: políticas como la del llamado a licitación de frecuencias para servicios de 4G, Televisión Digital Abierta (TDA), Conectar Igualdad, Argentina Conectada y el Banco Audiovisual de Contenidos Universales Argentino (BACUA), entre otras. Ellas dan cuenta de esta transformación, pero también obligan a profundizar el debate y la investigación.

Ya son varios los países del mundo que ven en el desarrollo de las telecomunicaciones, como por ejemplo el de las redes de Fibra óptica Directa al Hogar (FTTH por sus siglas en inglés), la necesidad de replantear sus legislaciones vigentes para generar condiciones que permitan garantizar conectividades más veloces y universales. Los casos de México y de España son los más recientes y cercanos, pero también se discuten en varios países cuestiones que hasta hace un tiempo hubieran parecido delirios de tecnófilos. Algunos países evalúan incluso proyectos que proponen quitar frecuencias a la televisión abierta de aire para asignarlas a redes de datos móviles; esto es tan sólo un ejemplo de lo mucho que pueden cambiar los consumos culturales en los próximos años, y también de las grandes capas de población que pueden quedarse afuera de esos consumos de no mediar políticas públicas que democraticen la conectividad y que eviten que las TIC´s se conviertan en una nueva herramienta al servicio de acentuar viejas desigualdades geográficas, económicas, sociales y políticas.

Nuestra intención es que todos estos interrogantes abiertos sean pensados desde las páginas de esta revista. Creemos que es necesario generar espacios de debate en los que los diferentes actores y protagonistas de estas transformaciones puedan ofrecer sus puntos de vista. De la participación del sector público, de la sociedad civil y de las empresas depende que estos debates no se trunquen en meras declaraciones de principios sobre lo que “estaría bien” o “sería correcto”. Esto se debe a que, para lograr las metas, son necesarias grandes inversiones y economías sustentables que tengan en cuenta la realidad del mercado info-comunicacional actual y futuro.

Es con estos objetivos que presentamos este primer número de Fibra, Tecnologías de la Comunicación. En la nota central ofrecemos un panorama de la situación en la que se encuentran las distintas iniciativas y políticas públicas que deberían ser el punto de partida de una discusión de cara a la convergencia de servicios.

Entendemos que ninguna discusión sobre convergencia es posible si no partimos de un análisis sobre el estado, alcance y propiedad de las redes de datos y de la conectividad en nuestro país. Es por esto que en Fibra iremos generando contenidos e introduciendo entrevistas que faciliten ese análisis obligatorio para abordar el tema. En este número conversamos con Ariel Graizer (presidente de la Cámara Argentina de Internet) sobre redes, conectividad, capacidad de transmisión, propiedad descentralizada, desarrollo de la infraestructura y evolución de costos del sector. Sobre esos temas también dialogamos con Marcelo Tullisi y Hugo Alberto Ramón Genovesio, de la Cámara Argentina de Cableoperadores PyME (CACPY).

Sin dudas, la novedad más importante del sector para este año es el reciente llamado a licitación de frecuencias para prestar servicios 4G en nuestro país. Para profundizar sobre este tema, entrevistamos a Norberto Berner, Secretario de Comunicaciones de la Nación, y a Edmundo Poggio, quien se desempeñó hasta hace poco tiempo como Director de Marco Regulatorio en Telecom Argentina.

No podíamos dejar afuera la ley de Marco Civil, que fuera aprobada hace pocos meses en Brasil: damos cuenta de los principios, garantías, derechos y obligaciones que poseen ahora los usuarios de Internet en el vecino país. Ademas, en la sección de análisis internacional evaluamos la norma propuesta por el Poder Ejecutivo uruguayo para la regulación de los servicios de comunicación audiovisual.

Finalmente, con la intención de ampliar las miradas, dedicaremos unas páginas de esta publicación a reseñar las principales publicaciones dedicadas al tema. En este número contamos con la reseña del libro Las políticas de comunicación en el siglo XXI. Nuevos y viejos desafíos, editado este año por el equipo de la cátedra de Políticas y Planificación de la Comunicación (Facultad de Ciencias Sociales, UBA).

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