Trump: ¿un gobierno por Twitter?

“Mike Pompeo, director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo Secretario de Estado. ¡Hará un trabajo fantástico! ¡Gracias a Rex Tillerson por su servicio!”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el último 13 de marzo. No era una novedad el mecanismo: otros mandatarios, incluso empresas, anuncian cambios en sus direcciones a través de las redes sociales. ¿Qué tuvo este anuncio de distinto? El propio Rex Tillerson, hasta ese día Secretario de Estado, se enteró del cambio junto al resto de los ciudadanos por Twitter.

El revuelo fue tal que el propio vocero de Tillerson dijo que nadie les había informado sobre el despido: a los pocos minutos fue despedido él también. Las redes sociales estallaron: #Tillersoned se convirtió en trending topic y fue aprovechado por los usuarios de la red para contar sus propios despidos vergonzantes.

Que las redes sociales juegan un papel relevante en el debate público tampoco es una novedad. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, llevó ese apotegma al extremo radical de pasar casi todo el debate público por allí. Especialmente por su red favorita: Twitter. Pero, ¿qué pasa cuando el discurso oficial se encapsula en las redes sociales y, particularmente, sólo en una? ¿Cómo impacta en el resto de los ciudadanos que no acceden a ella?

Cómo medir el rating de Twitter fuera de Twitter

Esa fue, exactamente, la pregunta que se propuso responder la consultora de opinión pública de Estados Unidos, YouGov. Que tiene entre sus investigadoras a una argentina: Eugenia Giraudy, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Berkeley y graduada de la Universidad Torcuato Di Tella. El objetivo de la consultora era medir el impacto real de los tweets de Trump por fuera de los consumidores de las redes sociales. Para ello, crearon una muestra representativa de ciudadanos de Estados Unidos a los que consultan periódicamente sobre determinadas publicaciones del Presidente en esa red social.

“Todos los días encuestamos una muestra de 1000 personas, representativa de la población de Estados Unidos. Allí le pedimos a los encuestados que califiquen cada tweet del Presidente Trump de las últimas 24 horas”, sostiene Giraudy en entrevista con Revista Fibra. De esa manera, los encuestados —tanto los que tienen como los que no tienen acceso a Twitter— evalúan los tweets de Trump en una escala de muy bueno a muy malo. A partir de ahí crean un índice que va de 200 —los peor evaluados— a 200 —los mejor calificados. En el sitio de YouGov dedicado a este estudio se desagrega la evaluación entre demócratas, republicanos y neutrales para observar el sesgo.

Los encargados del estudio forman parte del equipo de Data Science de YouGov: son diez investigadores e investigadoras con PhDs en Ciencia Política de universidades como Harvard Berkeley, Caltech, UCLA o Columbia. La idea surgió a principios del gobierno de Trump cuando observaron que Twitter fue elegido por el presidente como su medio de comunicación predilecto. El propio Trump, en una entrevista con Fox News, dijo en marzo de 2017 que “quizás yo no estaría aquí si no fuera por Twitter”. En una fuerte crítica a la cobertura de los medios sobre su explosiva campaña, explicó que “como yo digo las cosas la prensa no lo cubre de manera correcta. Por eso Twitter es una cosa formidable para mí ya que puedo pasar mi mensaje”. Por eso eligieron estudiar los mensajes de Twitter de Trump aún cuando, al igual que sucede en la Argentina, el público masivo de redes sociales se encuentre en Facebook. “En nuestras muestras se ve que hay aproximadamente el doble de usuarios en Facebook que en Twitter. La razón por la que nosotros elegimos analizar Twitter y no Facebook fue porque Trump ha elegido Twitter como canal principal de comunicación con los ciudadanos norteamericanos”, explicó Giraudy desde YouGov.

El desafío que se les planteó entonces fue el de medir la repercusión de su comunicación en redes sociales por fuera de ella. “Dado que los likes o retweets en Twitter no son una muestra representativa de los usuarios de Twitter o de la sociedad en general nos propusimos medir, con una muestra representativa, cómo los norteamericanos evaluaban cada uno de los tweets de Trump”, explicó Giraudy. Comenzando a principios de 2017, la base de datos que recolectaron ya cuenta hoy con más de 2 200 000 respuestas sobre el tema.

Los resultados

La investigadora argentina interviene en el paso posterior a la recolección de los datos: el análisis. En ese proceso se encontraron con algunas tendencias y una serie de datos que llamaron la atención de los investigadores. “Para mi —explica Giraudy— una de las cosas más interesantes es ver cuáles son los tweets de Trump que los republicanos no aprueban. Aquí encontramos que los republicanos desaprueban cuando Trump ataca a ciertas figuras republicanas con fuerte imagen positiva entre los miembros del partido”. Si la plataforma en sí misma ya invita a los debates intensos, la utilización que hace de ella un personaje como Trump exacerba los ánimos de los usuarios y los lectores. Sin embargo, sostiene este estudio, la agresión hacia figuras del propio Partido Republicano genera rechazo en su base electoral. “Por ejemplo, hay un sólo tweet calificado con un número negativo entre los republicanos: cuando Trump critica a Mark Cuban. Otro tweet llamativo, entre republicanos, es aquel donde Trump ´amenaza´ a James Comey de mostrar grabaciones de sus conversaciones si él daba datos a la prensa”, explicó Eugenia Giraudy. James Comey era entonces director del FBI.

Pero el objetivo principal de la investigación era ver el impacto que tenía la comunicación vía Twitter del Presidente por fuera de la plataforma. En ese sentido, encontraron diferencias en la forma de valorar el estilo de Trump. “Uno de los tweets con más retweets de Trump fue uno donde cometió un furcio: `Despite the constant negative press covfefe`. Eso generó miles de memes y retweets”, sostiene Giraudy. Sin embargo, a la hora de llevarlo fuera de Twitter, el mensaje no aparece entre los favoritos de la encuesta que realiza YouGov. “Esto responde a una dinámica que existe en las redes sociales, que quienes no están o no han visto la repercusión en memes tal vez no entiendan o queden afuera del chiste”, explican. El mecanismo también funciona a la inversa: las cosas que en Twitter no repercuten pueden llegar a tener influencia por fuera de la plataforma, donde los códigos y el lenguaje cambian. Así lo explica la investigadora: “otra diferencia se ve en que muchos de los tweets más criticados en nuestra muestra son aquellos donde Trump critica a grandes celebridades, mientras que estos temas no necesariamente tienen tanta repercusión dentro de Twitter”. Un ejemplo es un tweet del 4 de marzo de 2017 donde Trump arremetió contra Obama, acusándolo de espionaje durante la campaña electoral. “Esta seguidilla de tweets rápidamente tuvo fortísima repercusión tanto en Twitter como en los principales medios de comunicación. Sin embargo, estos tweets no fueron los más negativos en nuestra muestra para ese día”. Ese día, además, tuvo una fuerte competencia: Trump decidió también criticar al actor de Terminator y al ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger. El tweet se destacó como el más negativo en la evaluación de YouGov fuera de la plataforma.

¿Qué pasa en el camino con los medios tradicionales?

El uso de las redes sociales aparece en muchos nuevos liderazgos como una forma novedosa de “saltar” a los medios de comunicación. La política encuentra un canal directo para entablar un diálogo con los ciudadanos y deja de necesitar de esa intermediación. Sin embargo los medios de comunicación siguen moldeando las preferencias de muchos ciudadanos. La circulación de noticias falsas, fenómeno conocido como “fake news”, tienden a minar la credibilidad de la información que circula en las redes. En ese sentido, explica Giraudy, “los medios tradicionales siguen siendo fundamentales”.

Pero aún en este marco la importancia de cada uno de los medios está atravesada por la cercanía partidaria o ideológica del lector hacia el medio. “Del lado progresista, los principales medios como el New York Times o el Washington Post han sido fundamentales en varias de las principales denuncias contra Trump”, relata la investigadora argentina en YouGov. Por el contrario, del lado republicano del arco ideológico norteamericano, “la gran mayoría sigue teniendo a Fox News como su principal fuente para consumir noticias”. La pregunta a partir de aquí es cómo será el consumo de noticias en las nuevas generaciones aunque la perspectiva no parecería ser la desaparición de los medios tradicionales. “Me parece que la gente sigue consumiéndolos, sobre todo para análisis en profundidad”, analiza Giraudy y agrega: “tal vez inmediatamente después de consumir estos informes los ciudadanos recurren a Twitter para comentarlos. Pero como fuente de información los medios tradicionales siguen teniendo mucha vigencia tanto para los ciudadanos como para el propio Trump”.

Este último punto es parte del análisis que se realiza de los datos. “Una de las cosas más interesantes de Trump en Twitter es su obsesión con los medios progresistas como el New York Times o CNN”, nos cuenta Giraudy de la observación de los datos. Esas críticas a medios de comunicación, una constante en los tweets de Trump, son luego mal valorados fuera de la plataforma especialmente por quienes se consideran más cercanos a los demócratas.

¿Lo que sucede en Twitter queda en Twitter? La primera conclusión pareciera ser que no y especialmente si lo que sucede en esa plataforma lo está diciendo nada menos que el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Pero la segunda conclusión hasta el momento sostiene que ese “traslado” del mensaje desde la plataforma hacia quienes no usan Twitter no es totalmente neutral. Es que en el medio aparece nada menos que códigos y lenguajes que permiten decodificar los mensajes. Los contextos y las formas importan a la hora de leer un mensaje y esa parece ser la causa de que algunos mensajes funcionen de una manera en Twitter y sean rechazados en el mundo exterior a él.

¿Querés ver por vos mismo cómo califican los ciudadanos norteamericanos a los tweets de Trump? Podés hacerlo entrando en esta dirección: https://tweetindex.yougov.com/