Editorial

En la dulce espera El anteproyecto de ley de comunicaciones convergentes que discute el Gobierno obtuvo una nueva

En la dulce espera

El anteproyecto de ley de comunicaciones convergentes que discute el Gobierno obtuvo una nueva prórroga de 180 días: es la segunda desde que la comisión se puso en marcha en marzo de 2016 y vuelve difícil la perspectiva de que haya ley este año.

La «anomia» del sector provoca efectos concretos en la actitud de los actores participantes y del propio estado nacional. Este último se ve obligado a transitar el camino ahora extendido a través de resoluciones y decretos que van emparchando la normativa a medida que aparecen los problemas.

Esa situación tiene ramificaciones a todas las áreas del sector. La distribución del espectro radioeléctrico es uno de los terrenos clave en cualquier debate sobre la materia. No sin tensiones, el gobierno de Mauricio Macri navega en el medio de esa disputa entre los grandes actores del mercado al ceder porciones sin encontrar, hasta ahora, obstáculos políticos. Este número de Fibra hace hincapié en la necesidad de planificar de manera integral desde el Estado las normas que permitan poner al espectro radioeléctrico al servicio del interés público, el actor al que, finalmente, le pertenece.

Por supuesto que el simple dictado de normativa no asegura la competencia en igualdad de condiciones. Es lo que demuestra el caso de los postergados Operadores Móviles Virtuales (OMV), que cuentan con una resolución de abril de 2016 que dejaba todo listo para su ingreso al mercado. Desde entonces, y por motivos varios, las empresas interesadas aún no pudieron registrarse como operadores. Entre esos motivos, por supuesto, aparece la presión de las grandes telcos que resisten el ingreso de las empresas más pequeñas.

Siguiendo con el tema del retraso de la entrada de los OMV, entrevistamos a Ariel Fernando Alvarado, presidente de la Cámara de Cooperativas Telefónicas (CaTel). Como el resto de los actores del mercado que se ven perjudicados por el estado de anomia que favorece a los grandes jugadores, Alvarado sostiene la necesidad de avanzar con el registro de operadores para «llevar el servicio a lugares a los que no lo va a llevar ninguno de los cuatro actores que están hoy», planteando el debate en términos de complementariedad antes que de competencia.
Los cableros del interior conocen a diario la competencia contra grandes actores del mercado de las telecomunicaciones. Por eso, en este número entrevistamos a representantes de operadores y proveedores de cables del interior para dar un panorama de las principales estrategias y desafíos de cara a un mercado que tiene a la convergencia en el horizonte y a las políticas de regulación —que pueden incentivarlos o terminar de eliminarlos como competencia— en el camino.

El debate sobre políticas regulatorias también estuvo presente en el Mobile World Congress celebrado en Barcelona. Allí, Revista Fibra participó de una de las conferencias más convocantes, la que reunió a Ajit Pai, el polémico funcionario designado por Donald Trump al frente de la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC), con Andrus Ansip, vicepresidente del Mercado Único Digital en la Comisión Europea. El norteamericano presentó el concepto de «light-touch regulation», la idea de que no habrá regulación ex-ante sobre formación de monopolios. En el congreso sobrevoló una matriz común que aplica para el mercado argentino: el ecosistema digital funciona cada vez más con la lógica del “winner takes all”. Así, las ideas innovadoras son rápidamente imitadas por los competidores y el período de competencia —el más beneficioso para el usuario— es cada vez más corto: sólo las empresas más grandes logran sobrevivir, adquiriendo luego a las perdedoras y aumentando tanto su caudal como la posición dominante del mercado.

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