Otra manera de hacer radio pensada para el oyente multiplataforma
Por Agustín Espada (*)
Los cambios en los consumos culturales sacuden a la radiodifusión en todas sus expresiones. Las respuestas de la producción televisiva se sintetizan en el modelo Netflix. ¿Y la radio? Qué se produce, cómo, por dónde se distribuye y cómo se financia el podcast argentino.
El surgimiento de nuevos actores en el ecosistema radiofónico online requiere un análisis pormenorizado de cada uno de ellos para comprender las lógicas que los rigen. Así como en anteriores artículos se analizó el comportamiento de las radios AM y FM en sus páginas webs o la aparición de los agregadores radiofónicos que transforman la distribución y consumo, en las siguientes líneas se buscará caracterizar al mundo del podcast.
El podcast puede ser definido como un formato de distribución o como un formato de producción. En la primera acepción ingresan las cápsulas que distribuyen programas o columnas que forman parte, también, del aire de las radios tradicionales. En la segunda acepción, que incluye a la primera necesariamente, se hace referencia a una forma de producción (desprogramada, perdurable en el tiempo) que define unos contenidos atemporales, post y preproducidos en profundidad, pensados para Internet, especializados temáticamente y serializados en su producción. Se entenderá, entonces, al podcast como otra manera de producir y distribuir contenidos radiofónicos. Y a estos como unos productos mediatizados que utilizan el sonido como soporte, permiten un consumo mientras se realizan otras actividades, combinan distintos géneros hablados y utilizan cuatro tipo de recursos sonoros (silencios, palabras, música y efectos).
Este formato de contenido sonoro encuentra su origen en la combinación de tres tipos de tecnologías: una forma de comprimir la información sonora (audio digital, MP3, MP4), una red de conexiones punto a punto internacional (Internet) y un sistema de suscripción y automatización de la descarga de distintos tipos de contenido (RSS del inglés Really Simple Sindication).
La palabra “podcast” surge en 2004 en una nota en The Guardian donde Ben Hammersley intenta definir los contenidos que circulaban en las primeras plataformas de sindicación producidas por los primeros audiobloggers. De las distintas acepciones del término, aquí se prefiere la que lo considera la conjunción de “pod” de cápsula o cosa portable y “cast” de broadcasting1.
Para analizar el funcionamiento y las características de este tipo de producción cultural en Argentina fueron entrevistados realizadores de distintas redes de podcasts (plataformas que producen y desarrollan más de un programa o serie de podcast): Luciano Banchero (Posta FM), Natalia Carcavallo (Wetoker), Alan Porcel (Parque FM), y Matías Colombatti (Radio Berlín).
¿Qué tipos de contenidos se crean?
Cada una de las redes de podcast tiene unos criterios artísticos y una agenda temática diversa. Todos buscan unos contenidos que sean específicos y trabajados en profundidad, que amplíen la agenda radiofónica en sus laterales. Es decir, temas que muchas veces forman parte de columnas o comentarios dentro de los muy difundidos magazines radiofónicos como el cine, la literatura, el medio ambiente, la tecnología, el turismo, la sexualidad y un largo etcétera.
Para Banchero, una de las principales ventajas del formato radica en poder “crearlos desde el audio pero de una manera muy diferente a la que se hace la radio”. Así, surgen formatos documentales, narrativos, conversacionales, ficcionales o de entrevistas en profundidad. Alan Porcel comparte esta perspectiva y explica que tienen “un podcast para cada uno, no uno para todos, creo que eso es lo diferente a la radio que intenta explicarte muchas cosas que requieren profundidad en poco tiempo, el formato te permite hacer mejores desarrollos de los contenidos”.
Los contenidos de inmediata actualidad tienen importancia en Wetoker donde para Natalia Carcavallo se buscan análisis en profundidad que aporten algo más allá de la discusión coyuntural y “transformar una regla del periodismo: en vez de una idea por párrafo, una idea por podcast”. Sin embargo, no todos coinciden en darle lugar a la agenda actual. Para Matías Colombatti, “el que quiere escuchar qué pasó hoy tiene la radio tradicional y otros medios de sobra”.
También se diferencian los contenidos por su serialidad y duración. En Posta y en Parque se trabaja con un esquema de producción de series de podcasts con episodios que se lanzan semanalmente y culminan, como máximo en tres o cuatro meses. Para Banchero esto “permite experimentar con más contenidos y generar el hábito en el oyente ya que la tendencia del consumo es on demand”. Tanto Wetoker como Berlín piensan programas cuya producción es permanente y en ambos se juega con contenidos en cápsulas menores a cinco minutos que se lanzan con ritmo diario en muchas ocasiones.
La duración promedio de los programas o episodios se encuentra, en todos los casos, por debajo de los 40 minutos y esto se debe a la configuración de una audiencia que los consume a través de dispositivos móviles principalmente. Un último rasgo a destacar es el completo control sobre los contenidos a realizar. Ninguna de las redes vende espacios a terceros dentro de su carta de podcasts y la mayoría de los contenidos son creados y diseñados por los productores.
¿Cómo se producen los podcasts?
La atemporalidad, la serialidad y la desprogramación tienen consecuencias directas en el proceso de elaboración de los contenidos. Colombatti explica que “a diferencia del vivo, tenés la posibilidad de planificar, grabar y después, que es muy importante para nosotros porque le damos identidad artística, postproducir el contenido”. Porcel, de Parque FM, resalta estas facilidades y suma que “la edición te permite jugar con muchas cosas, efectos o música” y que “se pueden prever cuestiones técnicas o volver a grabar si hay equivocaciones”.
La planificación es un aspecto fundamental en las redes que producen series, como Posta. Banchero explica que para producir un podcast, la etapa de preproducción tiene un rol fundamental. “Hay que buscarle el momento del año ideal para que salga y desarrollar la idea para convertir un concepto en un programa, definir qué formato va a tener y establecer qué recursos se necesitan”. En Posta las grabaciones son semanales y esta temporada es la primera en la cual se llevan tres semanas de adelanto con lo que sale “al aire”.
En Wetoker, Carcavallo destaca que, con un ritmo de producción permanente, “tratamos de acomodarnos a los tiempos del conductor”. Resalta las diferencias entre los programas, “hay cierta regularidad en los de coyuntura que son semanales pero para los artísticos, que intentamos que no caduquen, se preparan los temas en profundidad y, a veces, se coordina una grabación de cinco o seis temáticas que luego se editan y producen para ser subidas una vez por semana”.
Uno de los condicionantes al momento de la producción es la disponibilidad de los estudios. Mientras Posta FM graba en Radio en Casa y Radio Colmena, Wetoker en Faiteken y Parque FM en Radio Luz y Fuerza, Berlín lo hace en instalaciones propias. Para Colombatti esto amplía las flexibilidades para las grabaciones
y elimina uno de los grandes gastos de producción: las horas de estudio.
¿Cómo y por dónde se distribuyen los podcasts?
Así como lo hace la radio tradicional, los podcast utilizan distintas ventanas y plataformas para llegar a sus oyentes además de sus webs y sus aplicaciones. Sitios como SoundCloud, Itunes, Ivoox, Spotify o Audioboom, por mencionar algunos, funcionan como lugares en los cuales publicar, buscar y consumir (con o sin descarga, con o sin sindicación) este formato. También hay agregadores especializados en el formato como Pocketcast, entre otros.
Para Carcavallo, unirse a estas plataformas es una decisión de proyecto ya que se puede elegir entre centralizar las reproducciones en una web propia con servidores nativos o utilizar otros sitios para llegar a diferentes oyentes. “Lo que buscamos en esas plataformas es llegar a otras audiencias que están allí y te pueden encontrar cuando buscan otras cosas, ahí es muy importante el etiquetado de tu contenido”, agrega.
Porcel explica que Parque eligió SoundCloud para subir sus contenidos porque “tiene un costo bastante bajo para almacenar grandes cantidades de audio y nos permite sumarlo a nuestra página que está en una plantilla de WordPress”. Cuenta que, según sus datos, la mayor cantidad de consumo llega por esa plataforma y la web es más que nada un lugar de presentación. Por otro lado, Colombatti cuenta que Berlín decidió subir todos sus contenidos en una plataforma propia ya que cuando utilizaban SoundCloud existían limitaciones con los derechos de la música que utilizaban sus podcast.
Estos sitios, además, pueden ampliar las posibilidades de comercialización y datos. Posta FM comenzó con reproductores propios y, tras un proceso de prueba en distintas plataformas, actualmente utiliza AudioBoom. Según Banchero, este sitio les dio “muchas cosas que teníamos ganas de implementar como el player para redes sociales, las analytics son muy buenas y más opciones de monetización”.
¿Cómo se financia la producción de podcasts?
Existen dos tipos de proyectos, los respaldados por productoras (Silmar Producciones con Wetoker y Margen del Mundo con Berlín) y los independientes (Posta y Parque). Esto condiciona el funcionamiento económico y el financiamiento de las redes ya que las estructuras precedentes aportan recursos económicos, técnicos y humanos que cubren los gastos (servidores, diseño, horas de estudio, sueldos y pago a conductores).
Otro dato a destacar es que en tanto en Radio Berlín como en Posta FM (esta temporada por primera vez) todos cobran por su trabajo. Para otros proyectos aún es difícil generar fuentes de ingresos genuinas por el bajo nivel de comercialización del formato. Para Carcavallo esto se debe a que “todavía hay algo de conservadurismo en las empresas que hace que sigan apostando a los medios tradicionales a pesar de saber que los auspicios son menos efectivos”.
En Radio Berlín la principal estrategia comercial es la especialización de sus contenidos. Colombatti comenta que así los auspiciantes compran audiencias relacionadas con el producto a vender o la marca y no un oyente genérico. En su caso particular, explica que “se vende la plataforma completa (radio online, podcast y web) a las marcas que acompañan el proyecto, los main sponsors. Después hay programas que están específicamente pautados, donde se menciona la marca al comienzo y al final”.
Por su parte, Posta trabaja con podcasts auspiciados y sin banners. Para Banchero, la clave comercial es presentarse “como una alternativa a los medios tradicionales porque tenemos una audiencia joven a la cual las marcas históricamente no llegan porque no consume medios tradicionales”. Esta red también propone la realización de series para marcas específicas donde lo que se busca es “ver cuál es el nexo entre lo que comunicamos nosotros y lo que están buscando ellos”.
Un formato con proyección
El podcast es otra forma de hacer radio, una complementaria de los contenidos tradicionales. Producciones con desarrollo, focalizadas temáticamente y pensadas para un oyente multiplataforma, online. La generación de contenidos que respondan a las nuevas formas de consumo y las capacidades de acceso de las audiencias a los medios de producción redundará en una mayor y mejor familiarización de éstas con lo radiofónico.
Aún no se resuelve el ingreso de las grandes radios a este mercado como productores. Claro, la radio es un negocio chico y su versión online uno más chico aún. En el mercado audiovisual, la producción a demanda de contenidos ha sido colonizada por actores transnacionales mientras los locales buscan adaptarse a las nuevas condiciones. El sector radiofónico, con alta relevancia de lo local, lo cercano y del idioma, ofrece algunas ventajas para los productores locales que aún no redunda en contenidos específicos (ver caso RadioCut). Quizá sea el momento ideal para que, como sucede en otros países como la BBC británica o la NPR de Estados Unidos, las emisoras públicas sean la avanzada.
De todas formas, el podcast es un formato que no busca masividad sino segmentación, espera mejores condiciones de financiamiento y comercialización al tiempo que surge como la respuesta de unos productores que necesitan desarrollar de otra forma sus contenidos para llegar a nuevas situaciones de consumo.
(*) Becario doctoral del CONICET. Maestrando en Industrias Culturales por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Licenciado en Comunicación Social por la UNQ. Forma parte del Programa de Investigación “Industrias Culturales y Espacio Público” dirigido por los Doctores Martín Becerra, Guillermo Mastrini y Santiago Marino en la UNQ. En Twitter es @AgustinEspada
1 Gallego Pérez, Juan Ignacio (2010) Podcasting. Nuevos modelos de distribución y negocio para los contenidos sonoros. UOC, Barcelona.