Reseña

La concentración infocomunicacional en América Latina (2000-2015). Nuevos medios y tecnologías, menos actores. Compilado por Martín Becerra y

La concentración infocomunicacional en América Latina (2000-2015). Nuevos medios y tecnologías, menos actores.

Compilado por Martín Becerra y Guillermo Mastrini.
Editorial Universidad Nacional de Quilmes. Observacom. 2017.
Cantidad de páginas: 227.

Convergencia, Internet, redes sociales, grandes grupos empresariales de medios, Estados en busca de regulación y control: la pregunta que sigue recorriendo el ámbito de las telecomunicaciones sigue siendo cómo construir soberanía comunicacional en este nuevo escenario. Para eso, la investigación de Becerra y Mastrini en este trabajo resulta fundamental, dedicados a analizar, investigar y presentar las diferentes alternativas que se presentan.

Los autores concentran los esfuerzos en analizar la médula espinal de todo este nuevo escenario en materia de comunicaciones en América Latina: la concentración de la prpiedad de los medios y los sistemas de telecomunicaciones y redes digitales en Argentina, Brasil, Colombia, Chile y México.

Con un resultado que puede parecer paradójico: hay más actores, medios, pantallas al mismo tiempo que menos diversidad y más concentración de la propiedad y, por lo tanto, de la enunciación. La pregunta entonces deviene en el clásico qué hacer y para ello los autores indagan en las experiencias que se produjeron en la región en las últimas décadas para explorar los límites, conocer las posibilidades y, fundamentalmente, abrir al debate de cara hacia el futuro.

¿Por qué es necesario en este momento estudiar la concentración de la propiedad de los medios? Los propios autores lo responden. El siglo XXI, con la digitalización y la globalización detonaron un proceso de convergencia que no hizo sino profundizar la tendencia heredada del siglo pasado hacia la concentración de la propiedad de los medios. Con una particularidad para nuestra región que debido a su defectuoso desarrollo de un capitalismo concentrado generó un sistema de medios con niveles de concentración por encima de los que aparecen en otros lugares del planeta. A ese combo explosivo se le adosó el surgimiento de nuevos productores globales tales como Facebook, Google y Netflix que vienen a competir contra esos grupos concentrados. Estudiar este proceso se vuelve necesario toda vez que, como sostienen sus autores, “la concentración provoca una reducción de las fuentes informativas, tiende a la unificación de la línea editorial, causa una relativa homogeneización de los géneros y formatos de entretenimiento y se complementa con la exclusivización del derecho de distribución de eventos de interés general, centralizando geográficamente las producciones.

Para entender el fenómeno en toda su dimensión, los autores abordan las cinco economías más grandes de la región, describiendo los principales grupos de medios y comparando los niveles de concentración, al mismo tiempo que se incorpora el análisis histórico de ese proceso.

A lo largo de la investigación, los autores sostienen con evidencia empírica que respalda que la concentración en nuestra región no sólo está por encima del promedio global sino que incluso se ha incrementado en los últimos 15 años a pesar de los intentos de algunos gobiernos de América Latina por regular el sector, con el consecuente perjuicio para la agenda de políticas públicas y la percepción pública sobre las mismas. La aparición de fuentes alternativas a través de la difusión de Internet, aún cuando contribuyen a la amplificación de algunas voces, sostienen los autores, no se contradice con el hecho verificado de mayores niveles de concentración tanto en medios tradicionales como en los online.

La concentración de la propiedad no es un tema que no haya sido eje de fuertes debates en la región, especialmente en los últimos años. Tanto es así que fue
colocado en el eje central de la discusión sobre proyectos de regulación del sector, con resultados dispares en el corto plazo y con uno común: la concentración de la propiedad de los medios se mantiene e incluso se expande. Es un proceso que no comenzó ahora sino el resultado de un sistema de medios que transformó a esos grupos en grandes conglomerados empresariales que desbordan el límite de la comunicación. Suelen ser de origen latinoamericano, estar arraigados hace mucho tiempo y no se limitan a la producción de contenido sino que avanzaron fuertemente en la distribución de los mismos. Sus nombres resuenan conocidos a todo aquél algo interesado en la materia: Televisa, Globo, Clarín, Cisneros, Caracol, Prisa o Telefónica, entre otros.

Cómo actúa cada uno de esos grupos, de qué manera consiguieron expandirse y cuáles son los efectos que provocan sobre la calidad de la democracia y el debate público en cada uno de los países es motivo de un exhaustivo y documentado análisis en este trabajo. Algunos patrones permiten a los autores establecer una serie de conclusiones válidas para la región en general. En primer lugar, el innegable proceso de concentración que, lejos de atenuarse con el proceso de digitalización y convergencia, se incrementa. El mecanismo de concentración parece similar en varios países: la integración vertical en un mismo conglomerado empresarial de varias actividades vinculadas a la comunicación y a las industrias culturales. La inserción de las telecomunicaciones no hizo sino reforzar la tendencia hacia una configuración oligopólica de los sistemas de medios nacionales.

Por otra parte, esa expansión de una estructura de concentración se dio paradójicamente durante un período en el que emergieron en la región diversos proyectos gubernamentales destinados a producir regulaciones a partir de una posición más activa de los Estados, poniendo a la concentración en el centro de la problemática. Sin embargo, sostienen los autores, casi ninguna fue eficaz en la moderación de los índices de concentración, lo cual plantea un debate y un desafío en torno al futuro de las telecomunicaciones. Dicho desafío necesita de herramientas como el trabajo de Becerra y Mastrini para partir de un diagnóstico sostenido en datos verificables, que permita abordar a los problemas heredados del siglo XX la complejidad de los nuevos actores y paradigmas del mundo de la comunicación. 

Los compiladores

Martín Becerra

Doctor en Ciencias de la Información (Universidad Autónoma de Barcelona), donde también se recibió de magíster en Cienciasc de la Comunicación. Investigador independiente en el Conicet y profesor titular por concurso en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Autor de libros y artículos sobre políticas de comunicación. Codirige el Programa de Investigación “Industrias culturales y espacio público: comunicación y política en la Argentina” de la UNQ y proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Fue secretario académico (2003-2007) y director del Departamento de Ciencias Sociales (2008-2010) de la UNQ.

 

Guillermo Mastrini

Doctor en Ciencias de la Información (Universidad Complutense de Madrid) y licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UBA; investigador adjunto en el Conicet y profesor titular por concurso en la UNQ y en la UBA. Autor de libros y artículos sobre políticas de comunicación y economía de las industrias culturales. Codirige el programa de Investigación “Industrias culturales y espacio público: comunicación y política en la Argentina” de la UNQ y ha dirigido diversos proyectos de investigación en la UBA. Fue director (2007-2009) de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA y presidente (2007-2010) de la Federación Argentina de Carreras de Comunicación.