“Hoy Clarín tiene menos capacidad de influir en la sociedad”

Por Sebastián De Toma Entrevista a Martín Sivak, autor de Clarín: La era Magnetto Martín Sivak se licenció

Por Sebastián De Toma

Entrevista a Martín Sivak, autor de Clarín: La era Magnetto

Martín Sivak se licenció en Sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y siguió estudios de doctorado en Historia de América Latina en la Universidad de Nueva York (NYU). Es periodista desde los 18 años y ha escrito en diarios y revistas de la Argentina y América Latina. De su autoría son los libros El asesinato de Juan José Torres (1997), El dictador elegido: Biografía no autorizada de Hugo Banzer Suárez (2001), El doctor: Biografía no autorizada de Mariano Grondona (2005), Jefazo: Retrato íntimo de Evo Morales (2008) y Clarín, el gran diario argentino: Una historia (2013).

Ahora publicó la segunda y última parte de su investigación sobre el gran diario argentino, Clarín, la era Magnetto (2013), y a propósito de ello se reunió con revista Fibra. Hablamos sobre las dificultades que supuso llevar adelante la investigación, el “conflicto” que mantienen el grupo Clarín y el gobierno nacional desde 2008 a esta parte, las reivindicaciones gremiales dentro de la redacción y la creciente reducción tanto de las ventas del diario como del poder de lobby del grupo.

¿Qué le llevó a realizar la investigación, la del primer libro y la de este?
En 1998 yo trabajaba como periodista político y siempre me pareció interesante que Clarín fuera un tema tabú para los políticos con los que trataba. Ahí había una combinación de miedo, excesivo respeto, excesiva atención a salir o no salir en el diario. Además, en el año 2000 se produce un conflicto muy importante cuando Clarín despide a toda la comisión interna en noviembre, yo lo cubrí para revista Veintitres (todavía era de Lanata) y fue la tapa. Nadie cubría al diario en esa época, excepto Ámbito Financiero¹ (pero que no trataba temas gremiales porque es una publicación propatronal) y lo que más me impresionó fue la falta de figuras públicas —que sí habían estado en el conflicto gremial importante inmediatamente anterior, el de los despidos en Perfil—: sólo estuvieron Pérez Esquivel, Moyano, el padre Farinello y no mucho más². Fue entonces cuando me di cuenta de que allí había más que una nota, sobre todo cuando entrevisté a Carlos Corach, el ex ministro del Interior de Menem, y me dijo: “nosotros gobernamos 10 años, Clarín gobernó mucho más”. Esa fue una frase iluminadora, aunque Clarín nunca gobierne realmente. En 2005 le planteé a un editor publicar una investigación sobre Clarín y me dijo que no, que si publicaba un libro así después se le iba a dificultar la promoción de todos sus libros. Me pareció, en primer lugar, sincero, y en segundo lugar revelador, ya que Clarín afecta no sólo a la política sino a la industria cultural. Me di cuenta de que la única manera de conseguir el financiamiento sostenido y poder trabajar con tiempo en un proyecto ambicioso iba a ser en el marco de una tesis doctoral.

El libro cambió mucho desde 1999 hasta su publicación: me di cuenta de que era muy importante trabajar la etapa Noble, la menos conocida; jamás pensé que iba a leer la colección completa del diario y, junto a un equipo, lo hicimos. Fue un trabajo descomunal. Además, realizamos entrevistas, las repetimos tiempo después, revisamos archivos públicos y privados. Todo eso llevó mucho más trabajo y esfuerzo del que yo pensé en un primer momento.

¿Fue muy complicado conseguir una entrevista con Héctor Magnetto, el CEO del Grupo Clarín?
Sí. Fue un pedido de entrevista que empezó formalmente hace muchos años e insistí varias veces, y mientras fui entrevistando a otros directivos. No hubo una política homogénea de la empresa de abrirse. Por ejemplo, pedí unos balances, facturación, información que no está disponible al público ni se puede ver en Bolsa, y eso lo facilitó la empresa en estos últimos meses. Creo que en los últimos años, paradójicamente, hay un intento de la empresa de profesionalizar su lobby y al mismo tiempo de mostrarse como una empresa más abierta de lo que históricamente fue. Clarín, por los rasgos de sus principales accionistas, los tres contadores (n. del e.: se refiere a los contadores Héctor Magnetto, Lucio Pagliaro y José Aranda. La cuarta accionista principal es, claro, Ernestina Herrera de Noble, la viuda de Roberto Noble, el fundador del matutino), es una empresa muy endogámica, muy cerrada, muy agresiva comercialmente y con una tendencia a no dar explicaciones y a no hacer públicos sus intereses privados. Este era un rasgo muy contundente de Clarín. En los últimos años, sin embargo, previo al conflicto, se profesionalizó un poco más el lobby, existió una cierta apertura que le permitió presionar mejor a los tres poderes del Estado. Esto ocurrió desde 1999 a esta parte, ya que el Grupo estaba atado a su deuda en dólares y necesitaba otro tipo de relación con el Estado³.

¿Siempre fue Magnetto el foco del segundo tomo o eso cambió con el “conflicto” entre el Grupo y el gobierno?
El objeto es siempre el diario, que tuvo tres grandes épocas, tres grandes personajes: Roberto Noble, Rogelio Frigerio y Héctor Magnetto. Ese es el espíritu. Dentro de estos ejes hay capítulos que se apartan un poco de eso, como el capítulo 5, en el que intenté contar la renovación periodística que se dio en el diario en los 90. Allí también se da cuenta de la autonomía de la redacción, con respaldo de la empresa, al momento de llevar a cabo innovaciones. Vinieron consultores catalanes, llamaron a especialistas en comunicación como Eliseo Verón y Oscar Landi. En fin, fue un proceso en el que Clarín llegó a su pico de prestigio y allí Magnetto casi que no aparece. De cualquier manera, Magnetto, por supuesto, es el personaje central porque este libro es la historia de la transformación de Clarín que es, a su vez, la transformación de Magnetto. Él llegó al diario siendo un contador de 27 años sin ninguna historia en medios y hoy es uno de los hombres más importantes de la Argentina. No es una biografía pero, un poco por su estilo de centralizar la toma de decisiones, él tenía que ser el centro de este libro.

¿Cree que los conflictos gremiales que se suscitaron en la década del 90 están relacionados con la renovación del diario? Hoy en día, por ejemplo, un redactor puede convertirse en fotógrafo y hasta en camarógrafo. ¿Esto comenzó en esa época?
Creo que no van de la mano necesariamente. La renovación está ligada a un estilo periodístico existente en la época anterior del diario, que fue del 1975 al 1990, un estilo predigital, bohemio, que para fines de 1980 ya estaba agotado. Además, el diario, dentro de su proyecto de expansión empresarial, necesitaba ganar prestigio, ganar en calidad periodística, y la renovación se enmarca dentro de ese proceso. Clarín consigue su centralidad, ser vista como una empresa creíble, una empresa necesaria, en los años 90; contenía a Zaffaroni en sus páginas y a Estela de Carlotto en la tapa de la revista Viva. Es el momento de la hegemonía de Clarín.

El conflicto gremial del 2000 tiene dos explicaciones: la recesión que comienza en 1998, que produce una caída en las ventas, y la deuda en dólares que tenía la empresa. Eso explica el apoyo del diario al plan de convertibilidad y la necesidad permanente de no permitir ningún tipo de avance de la asociación gremial. Esta es una marca de Magnetto desde que entró a la empresa. De hecho, en el 2000 echan a toda la comisión interna y esta recién se reorganiza en 2013. En un país con miles de gremios profesionales, que el principal medio de comunicación esté 13 años sin comisión interna dice mucho de la empresa. Es parte de lo que piensa Magnetto. “Pagamos los mejores sueldos, doble aguinaldo, una medicina prepaga”. Las condiciones eran inmejorables —ya no—, era el lugar aspiracional del periodista promedio. Y por eso actúa con ese nivel de hostilidad contra las reivindicaciones gremiales.

¿Las ventas de Clarín bajaron por el “conflicto” entre Clarín y el gobierno nacional o tiene que ver más que nada con la reducción global en las ventas de la prensa impresa?
La industria de medios gráficos está sufriendo una persistente declinación en todo el mundo. Ahora, si uno compara Clarín con La Nación o con Diario Popular se ve que la caída de estos últimos ha sido menos pronunciada. Pero el grupo no es sólo el diario: Radio Mitre es boom de audiencia, Canal 13 se mantiene bien —el año pasado ganó 150 millones de pesos—. Entonces, si bien el diario perdió dinero, Clarín no está en crisis.

La empresa ha decidido persistir en ese periodismo de guerra, de la hipérbole continua, de la denuncia sin matices, y la audiencia ha resultado ser menos fiel con diario que con TN o Radio Mitre. Sin embargo, a pesar de todo lo dicho, sigue siendo el diario más leído del país, aunque la brecha con el segundo —La Nación— se redujo.

El “conflicto” Clarín versus gobierno nacional, ¿a quién le sirvió más?
Clarín seguro que no se benefició con el conflicto porque dejó de ganar dinero. Clarín no quiere gobernar, es una empresa que quiere hacer dinero. Obviamente, por las características de su principal accionista, Magnetto, tiene cierto interés por la política y las cuestiones públicas. Y no sólo perdió dinero, además perdió credibilidad. El gobierno, por su parte, sí se benefició. Toda la política de medios de este gobierno ha sido orientada a dañar al Grupo Clarín tanto en lo económico como en la credibilidad. En ese sentido fue una política exitosa. No ocurrió la otra parte, no se democratizaron las voces, no hubo desconcentración de la propiedad de los medios. Como bien dice Martín Becerra, está la corpo buena y la corpo mala. Post 2015, la percepción de las elites sobre Clarín será distinta a la que tenían previo al conflicto. Hoy es una empresa mucho más temida que respetada, que ha sido afectada en sus intereses. Muchos dirigentes, no sólo kirchneristas, ven con cierta satisfacción que Clarín ya no tenga el poder del que solía disfrutar. Los candidatos a presidente hoy saben que están tratando con un Clarín golpeado y con menos capacidad de influir en la sociedad.

¹ Su director y creador, el ya fallecido Julio Ramos, en 1993 publicó un libro llamado Los cerrojos de la prensa (Buenos Aires, Plaza &Janes). En el libro ya daba cuenta de la apropiación de Papel Prensa por parte de Clarín y La Nación con el aval del dictador Jorge Videla. Ver: s/a (2010/08/24). “Los cerrojos a la prensa (el libro que en 1993 escribió Julio Ramos sobre Clarín y Papel Prensa)”. En: www.lmcordoba.com.ar [Visto el 15/07/2015]

² Entre julio y noviembre de 2000, Clarín echó a casi 140 periodistas. Aquella fue la última gran purga de la empresa. Ana Ale, una de las delegadas de entonces y despedida por su actividad gremial, falleció en 2005 víctima de un cáncer. Además de una destacada periodista y militante, era la esposa del periodista Pablo Llonto, con quien tuvo dos hijos. Vaya desde aquí nuestro homenaje.

³ Para más información sobre cómo se llevó a cabo la reestructuración de las deudas del Grupo y su relación con los distintos gobiernos, ver: s/a (2003/12/04).  “El libro que narra el lobby de Clarín por las Leyes de Quiebras y Bienes Culturales”. En: www.diariosobrediarios.com.ar [Visto el 15/07/2015]. / s/a (2015/07/15). “Ojo con los medios: Grupo Clarín”. En www. lavaca.org [Visto el 15/07/2015].

¿Qué piensan los periodistas del Grupo Clarín?¹

Durante el mes de octubre de 2014, la comisión interna de Clarín-AGEA llevó a cabo una encuesta para medir el clima interno y la calidad periodística. Respondieron 516 periodistas, diseñadores y fotógrafos de las redacciones impresas y digitales de La Razón, Muy, Olé, Elle, Genios, y todos los zonales, suplementos y secciones de Clarín. Aquí presentamos algunos de los resultados, que hablan por sí mismos².

• El 91% no se siente bien remunerado a pesar de trabajar en “el medio más importante” de la Argentina.

• El 82% cree que su poder adquisitivo se depreció mucho en los últimos años. El 84% dice que necesita un trabajo paralelo. El 46% lo tiene.

• El 84% no cree en la estrategia de la empresa para enfrentar la crisis de los diarios.

• Al 75% le preocupa mucho o muchísimo el rumbo editorial, mientras que al 65% le afecta de la misma manera la multiplicación de tareas.

• En una evaluación de 1 a 10, los encuestados calificaron a Clarín.com y a la versión impresa del diario con un promedio de 5 puntos.

• Sólo el 6% cree que Clarín es un mejor diario que hace 10 años. El 74% opina lo contrario. • El 51% considera a La Nación.com como el mejor medio online. El 9% elige Clarín.com.

• La mayor parte de la redacción, 40%, se identifica “a veces” con la línea editorial. El 14% “siempre” o “a menudo” y el 46% “pocas veces” o “nunca”.

• El 48% cree que Clarín no es “medio independiente”. Para el 42%, esto varía según el producto o la sección. El 10% considera a Clarín un medio independiente.

• El 59% pensó en irse del diario a partir de la apertura del régimen de retiro voluntario.

• Para el 72% el mérito es la obsecuencia. Sólo para el 10% se tiene en cuenta la capacidad periodística.


¹ Ver: s/a (201412/16). “Qué piensan los periodistas de Clarín-AGEA”. En: www.comisioninternaclarin.wordpress.com. [Visto el 10/07/2015].

² Los resultados de la encuesta se pueden consultar en el siguiente enlace: https://es.scribd.com/doc/249978714/ AGEA-Clarin-Encuesta-de-clima-interno-y-calidad-periodistica

Pin It