La Resolución 38/2016 impulsa el ingreso de nuevos jugadores al mercado móvil.
Por Guillermo Pérez.
La nueva autoridad regulatoria publicó un nuevo reglamento para impulsar el ingreso de los Operadores Móviles Virtuales al mercado móvil. Esta norma introduce algunas modificaciones sustanciales con respecto a la anterior vigente. A quiénes se apunta y qué se puede esperar de estos nuevos players.
El gobierno sigue dando señales de disconformidad con el estado actual del servicio de telecomunicaciones móviles, al cual considera un servicio deficiente y —comparando con otros países— caro.
Hecho el diagnóstico de situación, busca remediar las falencias que acucian al sector con una receta (casi) siempre válida: inyectar competencia. El gobierno anterior había llegado al mismo diagnóstico y receta cuando decidió reservar una porción del nuevo espectro subastado a un nuevo entrante. Si bien hasta la fecha el resultado no fue el esperado, el nuevo gobierno sigue insistiendo a través de dos caminos: a) Tentando a nuevos operadores móviles y b) Re-reglamentando la desagregación de la infraestructura de los Operadores Móviles de Red (OMR) para permitir el ingreso de los Operadores Móviles Virtuales (OMV).
La última reglamentación sobre OMV fue sancionada en octubre de 2014 a través de la Resolución 68/2014, que quedó derogada el pasado 5 de mayo a partir de la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 38/2016. Ambas resoluciones apuntan a generar una plataforma mayorista para el acceso de nuevos operadores, aunque parecen enfocarse en distintos actores como potenciales OMV. Mientras que la resolución de 2014 se enfocaba en entidades sin fines de lucro, la nueva resolución elimina restricciones al acceso de nuevos operadores. Otra diferencia sustancial con la resolución anterior es que amplía la cantidad de espectro disponible para los OMV, generando mayor posibilidad de acceso de nuevos operadores.
Esto sucede en tanto:
a) Elimina, con nulos fundamentos, la restricción del 5% de oferta de OMR por área local impuesta en el artículo 2 de la reglamentación anterior, ampliando la cantidad de espectro que las empresas de servicios móviles deberán ofertar.
b) Mientras que en la resolución anterior sólo resultaba aplicable la oferta sobre los Servicios de Comunicaciones Móviles Avanzados (SCMA), la nueva resolución amplía la oferta a todos los servicios vigentes utilizados por las distintas empresas móviles —Servicio de Telefonía Móvil (STM), Servicio de Radiocomunicaciones Móvil Celular (SRMC), Servicio de Comunicación Personal (PCS), Servicio de Comunicaciones Móviles Avanzadas (SCMA)—, con la llamativa exclusión de Nextel —Servicio Radioeléctrico de Concentración de Enlaces (SRCE).
A partir de su fecha de publicación, los OMR cuentan con un plazo de 120 días para presentar las distintas ofertas de interconexión “que no constituyan barreras de entrada y permanencia en el mercado de los Operadores Móviles Virtuales (OMVs)”. En caso de que el regulador no las objete, deberán ser consideradas en escasos 90 días por los potenciales OMV para evaluar la conveniencia o no de ingresar a este mercado.
Esta oferta de interconexión deberá contemplar básicamente las dos categorías comprendidas en la Resolución 38/2016, para cada uno de los servicios móviles que se prestan en la actualidad (voz, datos y mensajería):
a) Para el OMV con infraestructura: servicio desagregado para operadores de red que cuentan con infraestructura de agregación para cursar tráfico (OMV completo).
b) Para el OMV sin infraestructura (o revendedor): servicio desagregado completo o full.
En ambos casos, el principal costo que deberá asumir el OMV entrante son los servicios destinados al cliente asociados a la comercialización, facturación y atención al cliente. Esto implica gestionar el alta, baja y modificación; proveer la tarjeta SIM; desarrollar la marca y planificar comercialmente el servicio; realizar la publicidad; la gestión comercial y administrativa; facturar los servicios; administrar la numeración asignada; mesa de ayuda; entre otras tareas.
Finalmente, para el OMV que decida administrar el tráfico de manera independiente al OMR y celebrar sus propios acuerdos de interconexión, deberá adquirir un conjunto heterogéneo de elementos de núcleo de red dentro de los que se encuentran enlaces de interconexión con la red del OMR, centros de autenticación, centrales de conmutación móvil (MSC), puertos de acceso, servidores, dominios, etc.
La necesidad de alcanzar determinada escala para que resulte eficiente la incorporación de equipamientos de red permite suponer la provisión desagregada de estos servicios por parte de un tercer actor que, teniendo la capacidad de agregar el tráfico de varios OMV, ofrezca este servicio de manera rentable.
Eficiencia, mercado y complementariedad
La oferta de servicios mayoristas por parte de las empresas verticalmente integradas supone poner a disposición de un nuevo entrante los elementos de red necesarios para que éste pueda ofrecer un servicio equivalente al propio en condiciones competitivas y sustentables. Esto implica estimar los costos de provisión de dichos servicios mayoristas, incluyendo una ganancia razonable por su provisión, y descontar aquellos servicios que ahora serán provistos por el OMV.
Por su parte, el OMV tendrá como dados los costos mayoristas, y, al ser un nuevo operador en el mercado observará el precio minorista del servicio final como un precio máximo al que deberá mejorar. Entre esos precios y los costos deberá desplegar su capacidad organizativa y comercial para obtener de ese margen la mayor rentabilidad posible.
Resulta intuitivo pensar que difícilmente un OMV pueda reproducir el mismo esquema de negocios que un OMR y obtener mayor eficiencia en su comercialización para replicar las rentas que se apropian las principales empresas móviles. La clave estará en desarrollar un modelo de negocios adaptado a determinadas particularidades, haciendo uso de la agilidad y flexibilidad que permiten las estructuras más pequeñas. Dichos beneficios se obtendrán más fácilmente por aquellas organizaciones que tengan clientes propios, con estructura preparada —y amortizada— para valerse del plus que le otorga la cercanía con el cliente.
Existiendo una regulación sobre desagregación móvil, el triunfo o el fracaso del modelo OMV va a depender de la capacidad de los actores en encontrar segmentos de mercado donde se verifique complementariedad entre los dos actores que están vinculados al desarrollo de modelos de negocios que resulten complementarios.
Ofertas de Referencia y regulación de costos
La Resolución 38/2016 establece un plazo de 120 días para que cada uno de los operadores de red móviles (Claro, Telefónica y Telecom) presenten sus respectivas Ofertas de Interconexión de Referencia (OIR).
Estas podrán ser observadas por el organismo regulador, quien cuenta a su disposición el modelo de costos desarrollado por la empresa AXON a partir del convenio realizado con las anteriores autoridades del organismo regulador. Según trascendió oportunamente, la empresa desarrolló un modelo de regulación de precios mayoristas denominado Retail Minus donde el precio de acceso mayorista se establece sobre la base del precio minorista (precio al usuario final) del que se sustrae una cantidad fija que se correspondería con los costos específicamente ligados al negocio minorista.
De esta manera, el organismo regulador cuenta con los elementos para acordar con las empresas móviles ofertas de referencia que permitan el desarrollo del negocio: buenas OIR son condiciones necesarias para que los esfuerzos regulatorios no queden a mitad de camino.
Por su parte, los OMR tendrán incentivos en realizar ofertas de referencia agresivas. Considerando como dado el ingreso de un OMV que busca conquistar clientes de las tres operadoras, es preferible que éste utilice la oferta mayorista propia y así contrarrestar la merma en el ingreso minorista con nuevos ingresos mayoristas de clientes que antes pertenecían a la competencia.
Tipos de OMV e impacto sobre el mercado
Una vez superadas satisfactoriamente todas las condiciones necesarias, lo que no debe considerarse como una obviedad ni un resultado inmediato, resta tener en cuenta las condiciones suficientes. En efecto, y al igual que en cualquier negocio, la clave radica en saciar una necesidad existente en el mercado. Aunque parezca sencillo, en un mercado maduro como el móvil, encontrar los resquicios para la competencia no es tarea sencilla para un entrante. ¿Qué encontrará el cliente en un OMV? ¿Una oferta sencilla donde pueda conocer qué consume y cuánto paga por ello?, ¿mejores precios para sus consumos más habituales?, ¿identificación con la empresa?, o ¿sumar ese servicio a una canasta de consumo?
Desde el organismo regulador y las empresas del sector no descartan el ingreso de un nuevo operador virtual de peso internacional dispuesto a prestar sus servicios en la Argentina en el marco de un plan de expansión regional. Este escenario no resulta sencillo, teniendo en cuenta el tamaño y la madurez del mercado, lo que implica apostar por una entrada agresiva, realizar fuertes inversiones y tener espalda para esperar un resultado positivo que seguramente no se presentará en el corto plazo.
En el plano local, evidenciaron interés las empresas de televisión por cable, que podrían ofrecer a sus cliente un N+1 play, dando un paso hacia adelante en la convergencia de servicios que siempre tienta por simplificar la provisión de varios servicios en una única factura. Telecentro ya registró el servicio, mientras que Cablevisión cuenta con la ventaja de ser la única empresa de telefonía móvil que no deberá desagregar su red, a la vez que cuenta con la marca y la estructura de Nextel.
Otros que suenan como candidatos son las empresas especializadas en el retail, dedicadas a la comercialización y que ya cuentan con personal, sucursales, experiencia y escala en la comercialización. De existir una oferta sencilla y redituable, aun si el margen es escaso, podrían obtener un plus sumando sus propios chips a la comercialización de teléfonos: Carrefour, Frávega, Falabella, Rodo, Garbarino, Musimundo, entre otras.
La experiencia internacional muestra que la oferta genérica y compleja que ofrecen las grandes empresas de telefonía móvil deja resquicios para ciertos nichos de mercado donde empresas con mayor flexibilidad y menores costos operativos pueden perdurar con el costo de resignar margen o volumen de ganancia. Los operadores de nicho apuntan a especializarse en la provisión de un único servicio y a bajo costo. Oferta prepaga, países limítrofes, operadores y cooperativas locales, etc.
Cabe señalar que los distintos actores refieren a distintos panoramas competitivos. Mientras que los primeros casos enumerados plantean un escenario de rivalidad, las situaciones de retail y nicho refieren a un escenario de complementariedad de ofertas. Esto no sólo se explica por la demanda que viene a satisfacer sino también porque difícilmente incorporen una infraestructura propia que les permita desarrollar una estrategia comercial realmente independiente de los OMR.
Estas situaciones deben considerarse a la hora de evaluar el posible impacto de la nueva regulación sobre la calidad del servicio y los precios finales. Aquellos operadores que desarrollen su estrategia sobre la base de una complementariedad de estrategias con los OMR, difícilmente puedan mejorar el estado de situación actual del mercado móvil en términos de precios y servicios.