El despliegue de las redes, la consolidación de la cobertura y los planes a futuro de los prestadores
El despliegue de las redes 4G-LTE continuó a paso firme durante 2016. En relación con 2015, el foco se modificó y a la expansión territorial se sumó la búsqueda por consolidar el servicio en las zonas más pobladas del país. Revista Fibra habló con los principales jugadores del sector para conocer su visión del 2016, así como sus planes para el nuevo año, incluidas las dudas sobre el porcentaje de las inversiones que destinarán a continuar ampliando sus redes luego del decreto 1340/16.
Tras dos años del comienzo del despliegue de las redes 4G/LTE en la Argentina el avance ha sido ¿inesperado? para uno de los últimos países de la región en brindar acceso a esta tecnología: ha pasado de estar al fondo de la tabla de la disponibilidad de LTE en todo el territorio a la mitad —según un reporte de Open Signal, un servicio colaborativo que mide diferentes variables de las redes de telefonía móvil a través de una aplicación móvil— con 63,2%, superando a Brasil (53,9%), Chile (57,8%) y Colombia (59,8%) y cerca de México (64,1%) y de países europeos como España (67,2%) o Portugal (65,7%), aunque aún está alejada de los líderes, Corea del Sur (95,7%) y Japón (92%).
Según el informe mencionado, State of Mobile Networks, Argentina consigna que, si bien el país parece estar recuperando el tiempo perdido en despliegue territorial —más si se tiene en cuenta que cuando se lanzó la licitación en junio de 2014 ya había 17 países en América Latina que eran usuarios de 4G/LTE— no ha avanzado tanto en lo que a velocidad se refiere. El promedio nacional es de 12,2 Mbps, 5 Mbps por debajo de la media global y el más bajo de América del Sur.
Está claro que las empresas operadoras locales estaban preparadas para brindar servicios LTE desde antes de la licitación que realizó el gobierno nacional allá por octubre de 2014 y por eso, a los pocos días de asignarles a las empresas las bandas de 1700 y 2100 MHz que habían comprado, en diciembre del mismo año, anunciaron los primeros despliegues de 4G en el país. Claro se sumó a los dos meses a este grupo, en febrero de 2015, cuando anunció el lanzamiento oficial de sus redes de 4G, cuya cobertura comenzó a estar disponible durante el segundo semestre del mencionado año.
“Cuando la Argentina lanza el famoso LTE, prácticamente todos los demás países de la región ya lo habían lanzado, con la excepción de El Salvador, Nicaragua y Cuba. De 20 países de América Latina, Argentina fue prácticamente el número 17 en lanzar el servicio y fue el último de las siete economías más grandes de la región”, indica José Otero, director para América Latina y el Caribe de 5G Américas, una organización sin fines de lucro compuesta por proveedores de servicios y fabricantes de la industria de las telecomunicaciones. Otero menciona que “basándonos en números a junio del año pasado, la Argentina, en 18 meses, se había colocado en el tercer país de América Latina con mayor adopción de LTE, superando ampliamente a mercados que la aventajaban por dos, tres o cuatro años”, ya que “sólo la superan Uruguay y Chile”. El especialista y consultor Enrique Carrier, por su parte, manifiesta que “en 2016 el despliegue avanzó a buen ritmo, en algunos casos superando las exigencias del pliego, que decía que para la primera etapa, los primeros 18 meses, debía llegar a capitales de provincia, Gran Buenos Aires y localidades grandes”.
Tiempo de consolidarse
Si la apuesta durante 2015 fue desplegarse geográficamente, en 2016 las compañías proveedoras de telefonía móvil buscaron consolidarse y completar la cobertura en los principales cascos urbanos, al igual que seguir sumando localidades del interior del país. Así, por un lado, continúan cumpliendo con el pliego de licitación y, por el otro, la estrategia está alineada con “la necesidad de acomodar espectro para descomprimir las redes 3G”, dice Adrián Di Meo, director de Red de Telefónica, y explica: “Al mover tráfico de datos a 4G, pudimos hacer refarming del espectro y descomprimir la red de 3G y comprimir la de 2G. ¿Cuál es la lógica de esto? En la medida en que la de 3G está más libre, vos podés subir tráfico que antes tenías en 2G y, cuando hacés esto, te empieza a sobrar espectro en 2G. Entonces, achicás el espectro de 2G y le ampliás la capacidad de espectro que destinás a 3G. En diciembre de 2014, el uso era de 60% 2G y 40% 3G. Hoy, de ese viejo espectro, 80% es 3G y 20% 2G y en el AWS1 tenés 4G. El problema hoy es que nos sigue faltando el espectro de 700 MHz. Está pago pero aún no se entregó porque está interferido y por eso no lo podemos usar”.
En la empresa de capitales españoles, para demostrar su mayor despliegue territorial respecto de sus competidoras —situación que puede comprobarse en el reporte de Open Signal ya citado—, decidieron llevar 4G/LTE a lugares muy representativos, como el cerro Aconcagua en Mendoza (ya realizaron pruebas exitosas y están esperando la aprobación por parte de las autoridades) y Base Marambio en la Antártida (a partir de un trabajo en conjunto realizado con la Fuerza Aérea).
Martín Heine, director de Marketing de Personal, comenta: “Veníamos de una situación donde el espectro que se disponía para la telefonía móvil resultaba escaso y la calidad de servicio experimentada por nuestros clientes se había deteriorado producto del incremento exponencial de uso de datos en movilidad”. Por eso, agrega, “la licitación de espectro en 2014 fue una medida muy esperada por toda la industria que nos permitió realizar, acompañado de inversiones intensivas, el despliegue de red 4G más rápido de la historia”, porque “la industria necesitaba de más espectro para mejorar la calidad de los servicios móviles y seguir evolucionando”. Luego, pondera: “Para tomar dimensión del nivel de adopción y de buena recepción de esta nueva tecnología por parte de nuestros clientes, sólo durante el último año, cerca de 10 000 clientes por día se sumaron a nuestra red 4G”. En este sentido, suma Di Meo, “no fue tanto cumplir las condiciones del pliego, sino cubrir las capitales para diferenciarnos con 4G, superamos las expectativas de los clientes y este año optimizamos el espectro y maximizamos la calidad de la voz”. Una discusión posible, “y muy sofisticada”, que plantea el ejecutivo de Telefónica, es “quién regula mejor, si el regulador o el mismo cliente”.
Planes a futuro
Para este 2017, “el objetivo es seguir incrementando sus redes 3G y 4G, además del tendido de fibra óptica para ampliar la cobertura y la capacidad de voz, SMS y datos móviles a sus más de 21 millones de clientes en todo el país”, sostiene Fernando del Río, director Comercial de Claro Argentina. “Al igual que el año anterior, 2017 estará caracterizado por el consumo mobile de todo tipo de contenidos (principalmente, datos, música y video vía streaming) y una demanda creciente en el uso de datos y el acceso a mejores velocidades de conexión”. Heine agrega que “es necesario seguir concientizando a la sociedad en general y a las autoridades gubernamentales y municipales en que para continuar con el despliegue de red 4G y la mejora de la infraestructura sobre nuestras redes 2G y 3G es necesario continuar instalando antenas que garanticen la cobertura y calidad de los servicios que ponemos a disposición de nuestros clientes, y esas antenas deben instalarse donde están las personas que utilizan los servicios móviles”.
José Otero tiene una visión más amplia de los desafíos que restan a futuro y menciona el reclamo más típico, el de la calidad. “Como toda nueva tecnología, estamos teniendo el problema, en algunos sitios, de la calidad. Hay quejas por todos lados, pero hay que ver de dónde viene, puede ser que sea algo externo al operador, como la ruptura de un pedazo de fibra óptica de un tercero, y hay otras veces en las que el problema es el teléfono en sí, que procesa los datos a diferentes velocidades. Si hacemos un listado de todo lo que puede afectar a la señal, hablamos de 20 a 30 elementos distintos, y por eso es tan complicado hacer mediciones de calidad de servicio”, se explaya el directivo de 5G Américas. Habla también de la imposibilidad actual de utilizar la banda de 700 MHz porque aún no se limpió, tema al que también hace referencia Enrique Carrier, en relación con la falta de señal 4G en las rutas, cuestión que aún está en el deber de las empresas en varios lugares. “La banda de 700 te da mayor cobertura geográfica porque cuando la frecuencia es más baja, mayor cobertura te da”, indica. El decreto 1340/16, dictado en los días finales del año pasado, puso el contador en cero para las telcos respecto del despliegue en el espectro que aún no recibieron, “algo previsible de entrada”, dice Carrier.
Otra cuestión planteada por Otero es la posibilidad de que los operadores realicen carrier aggregation, que “permite utilizar bloques de espectro como un canal continuo y llegar a un mínimo de 40 megahercios para un solo servicio, lo que lleva a que se pueda ofrecer LTE avanzado, algo que ya está en Perú, Brasil, Puerto Rico y Chile y que comercialmente da picos de hasta 250 megabits por segundo”. “La falta de espectro “puede volverse un obstáculo para dar servicios que son mejores a los actuales”, argumentó el director de 5G Américas.
Di Meo, en tanto, asevera que en Telefónica realizaron pruebas en laboratorio y hasta sumaron una tercera banda con la que llegaron a 500 megabits y con dos bandas a 288 Mbps. Para llegar a este servicio, explica Otero, en Chile se usa la banda de 2,5 GHz y la de 700 MHz, y en Perú la de 2,5 GHz. En la Argentina, mientras tanto, la de 2,5 GHz no se puede usar y la de 700 “está sucia” y, por tanto, el lanzamiento de LTE avanzado se va a retrasar como sucedió con el 4G/LTE.
La banda de 2,5 GHz es parte de una “gran discusión nacional”, manifiesta Di Meo. “Primero, tendría que haber un lineamiento de que cada tanto el espectro se va a licitar y se va a poner a disposición, algo que falta. El espectro más atractivo, tanto por parque de terminales como por funcionalidades, es el de 2,5, y si un operador existente toma el 100% de ese espectro, se limita el road map de espectro para los otros tres, que tienen actualmente un porcentaje más amplio de clientes”2. Como sea, Movistar está trabajando en brindar voz sobre LTE, que aún no lanzaron comercialmente pero se trata de un servicio que ya utilizan 1000 abonados. También están probando el servicio de voz sobre WiFi para los smartphones (no debe confundirse con TuGo, que permite realizar llamadas a través de la PC vía WiFi). En este sentido, del Río anuncia que Claro, desde el próximo año, pondrá a disposición este servicio para todos sus clientes. Por supuesto, el objetivo es lograr que las redes móviles estén menos sobrecargadas.
El asunto de las inversiones
“Actualmente, el sector de IT está definido por la calidad del servicio ante un usuario que ha cambiado sus hábitos de consumo. Los consumidores quieren llamar y mensajear, pero sobre todo demandan más capacidad y velocidad para navegar en todo momento y lugar”, afirma del Río. “En este contexto, Claro continúa desarrollando su plan anual de inversiones en el país por un monto aproximado de 400 millones de dólares (desde el año 2015 hasta el año 2020)”, explica. En Telefónica, por su parte, señalan que la inversión será de 36 000 millones de pesos en el trienio 2016-2018, de los cuales 10 000 millones de pesos se desembolsaron durante 2016 para acelerar el despliegue de la red de 4G, la mejora del servicio de 3G y la ampliación de la capacidad de la banda ancha fija. Desde Telecom Personal indican: “Tanto el despliegue de tecnología 4G y el desarrollo de la red de servicios en todo el país forman parte del programa estratégico de inversiones que el Grupo Telecom viene ejecutando para el trienio 2016-2018 y que alcanzará los 40 000 millones de pesos”.
El porcentaje que cada empresa, y en particular las de capitales españoles y mexicanos, destinará a las redes de 4G durante este año y el siguiente, según fuentes de la industria que siguen de cerca el proceso, dependerá de cuándo y cómo termine de darse la habilitación para entrar al negocio convergente. Las inversiones siempre tienen un porcentaje que van a lo fijo y a lo móvil, “y depende de cómo avance el proyecto de ley que actualmente está en elaboración en el Congreso, cada porción de la torta podría sufrir alguna modificación”, aunque no se espera que sean demasiado grandes. El problema de la nueva regulación dictada vía decreto por el gobierno de Mauricio Macri, desde la óptica de las telcos, es que mientras ellas pagaron 1500 millones de dólares por sus licencias, Fibertel podrá ingresar al negocio de las telecomunicaciones, 4G incluido, por 140 millones de dólares. Por el momento, al menos, todo este intríngulis va camino a resolverse en la justicia.
1 Servicios de Wireless avanzado, por sus siglas en inglés. Se trata de la banda de espectro de telecomunicaciones que se utiliza para dar servicios de voz, datos, video y mensajería en Estados Unidos, Argentina, Canadá, Colombia, México, Chile, Paraguay, Perú, Ecuador y Uruguay. Se ubica entre los 1710 y 1755 MHz y los 2110 y los 2155 MHz.
2 Se refiere a la polémica suscitada por el decreto 1340/16 firmado por el presidente Macri en el último día hábil de 2016, en que “todo indica que en las próximas semanas se reasignará la banda de 2,5 GHz, que es lo que le permitirá a Cablevisión ofrecer telefonía 4G”, según apareció publicado en el portal iProfesional el 2 de enero de este año (“Macri ya firmó el decreto de las ‘telcos’: los 10 puntos clave que regirán para Telefónica, Clarín, Telecom y Claro”). El artículo agrega que “se definirá un costo por explotar esa frecuencia y que las restantes se licitarán entre los tres operadores de telefonía móvil: Claro, Movistar y Personal”. Esto quiere decir que los cuatro incumbentes podrán dar servicios 4G a través de esa banda en algún momento. Además, en el artículo 4 del decreto se establece un llamado a concurso público para otorgar nuevas frecuencias en un plazo que no debería superar los seis meses.